Crece expectativa alrededor de desempeño de Yasmany Tomás en MLB

  • Jorge P. Martínez

El jardinero cubano Yasmany Tomás.

"El mejor atributo que posee Yasmany es su poder al bate": escritor de béisbol

¿Por qué Yasmany Tomás podría ser el próximo fenómeno cubano de las Grandes Ligas?, pregunta Jason Catania, escritor principal del sitio digital bleacherreport.com, tras publicar un Twitter del periodista deportivo Jesse Sánchez, en el que éste señalaba el miércoles 26 de noviembre que, según fuentes de la industria, el pelotero cubano había firmado un contrato con los Diamondbacks de Arizona por 6 años y $68.5 millones.

Catania afirma que "después de algunas semanas de intriga y especulación, el próximo jugador importado de las Grandes Ligas, ya se encuentra aquí", en las ligas Mayores.

Indica que para él, es una verdadera sorpresa el giro que tomaron las negociaciones, porque los Filis de Filadelfia habían dado señales claras de que harían lo imposible por contar con los servicios de Yasmany, como había reportado Andy Martino, del New York Daily News en octubre.

En su escrito, Catania también menciona al escritor de béisbol y reportero Devan Fink, quien indica que los Diamondbacks hicieron un excelente negocio, porque muchos pensaron que MLB iba a pagar hasta $100 millones por el jardinero, debido al gran interés mostrado por otros equipos como los Padres, Marineros, Filis, Bravos, Reales y Gigantes. O sea, los Diamondbacks lograron su objetivo desembolsando menos dinero de lo que se esperaba.

Agrega Fink que el mejor atributo que posee Yasmany es su poder al bate, que lo sitúa en 70, en una escala de 20-80, con la posibilidad de que conecte más de 25 cuadrangulares la próxima temporada. "El resto de sus herramientas están por desarrollar y se desconoce cómo se desempeñará en las Grandes Ligas".

En la Serie Nacional de Béisbol 2012-13, Yasmany bateó para .289 y su promedio de slugging fue de .538, con 15 jonrones en 81 juegos. En total, jugó para el equipo Industriales (La Habana), desde 2008 hasta 2013, cuando abandonó Cuba con la intención de jugar en las Grandes Ligas estadounidenses.