Costa Rica ya dio todo lo que podía dar, dijo el ministro de Exteriores costarricense, Manuel González, que aseguró este lunes que su país ha sufrido un desgaste con la atención de la anterior oleada de cubanos.
"La advertencia de Costa Rica a las nuevas oleadas de migrantes irregulares cubanos que recorren el trayecto desde Ecuador a Estados Unidos, y que ya están varadas en Panamá o todavía viajan por Colombia con la intención de llegar a Centroamérica, es contundente: no entrarán", dijo el Canciller en entrevista para El Nuevo Herald.
El funcionario dijo querer dejar absolutamente claro, en un mensaje a todos los migrantes (cubanos) que intenten entrar al país, que no van a ser recibidos. Y explicó:
Se "tomarán las medidas que la legislación local e internacional tengan a su alcance para atender esta situación, si llegara a presentarse un caso similar al que tuvimos que afrontar entre noviembre (de 2015) y marzo de este año".
González lamentó que la crisis migratoria de los cubanos en Centroamérica no esté contemplada en el marco de la relación bilateral EEUU-Cuba y señaló que "la realidad es que los países del Ecuador hasta México somos los que estamos en el medio y somos los que estamos sufriendo las consecuencias de esas leyes que motivan esa migración".
Panamá no da abasto para atender a cubanos
Por otra parte, la crisis migratoria que vive la región desborda la capacidad de atención de las autoridades de Panamá, que mantienen a más de 2.000 cubanos en la zona fronteriza con Costa Rica y prevén el arribo de al menos 1.200 más.
Según datos del Servicio Nacional de Migración de Chiriquí facilitados al diario La Nación, los albergues en las cercanías de Paso Canoas hospedan a casi 1.200 hombres, 700 mujeres y 100 niños. Otros, se hospedan en tres hoteles que funcionan como albergues. Los atiende el Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc).
Todos están a la espera de una solución que les permita seguir su camino hacia Estados Unidos, ya sea través de Costa Rica o por vía aérea.
Uno de los albergues, en un complejo de bodegas y predios de camiones, está atestado de migrantes que esperan recostados en colchones dentro de tiendas de campaña.
Ángela Buendía, directora del Sinaproc, afirmó a La Nación que la cooperación de varias instituciones panameñas ha permitido atender a los miles de cubanos, pero advirtió de que la situación no es sostenible:
"Ningún país está preparado para los oleajes migratorios, y más cuando son de una manera desmesurada e incontrolable", subrayó.
Los cubanos llegan a Panamá luego de atravesar Ecuador y Colombia, enfrentando peligros que en ocasiones ponen en riesgo sus vidas.
Buendía refiere que "ha habido problemas de indisciplina", pues los migrantes "están a la defensiva y les cuesta entender que el país les está brindando ayuda".
Las autoridades panameñas indican que la atención que están recibiendo los cubanos implica el uso de los recursos previstos por el Estado para atender emergencias.
Este martes, 12 de abril, una reunión de cancilleres buscará en Costa Rica una solución definitiva a la crisis migratoria. El objetivo, señaló González, será analizar el problema que enfrenta la región con el continuo flujo migratorio de cubanos que buscan llegar a la frontera de Estados Unidos.