Continúan abusos contra presos del 11J en las cárceles cubanas, denuncian familiares

Una caravana con la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba, visita la cárcel de máxima seguridad Combinado del Este, en La Habana. (Adalberto Roque/AFP/Archivo)

Continúan los abusos y las precarias condiciones que sufren los presos del 11 J en las cárceles cubanas, alertaron a Radio Martí, sus familiares y periodistas independientes.

Siete días cumple este jueves en huelga de hambre y aislado, en reclamo de su libertad, el cuentapropista Yosvani Rosell García Caso, en la prisión de Cuba Sí, en Holguín, informó su esposa Mailín Rodríguez Sánchez.

“Ayer me dirijo hacia la prisión Cuba Sí a entrevistarme con el jefe de la prisión y me dicen que mi esposo pide la libertad o la muerte... Ellos me dicen que lo que él pide es imposible, así que se va a morir, me dijeron así mismo", aseguró la mujer.

El preso político se ha negado a recibir atención médica y otros cuidados, alegaron las autoridades.

"Me dijeron allí que se niega a todo, que lo toquen, atención médica, los medicamentos que él debe tomar por las enfermedades que tiene, está en aislamiento”, dijo su esposa.

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Familiares denuncian arbitrariedades contra presos políticos del 11J

El jueves de la pasada semana, la visita familiar de García Caso fue suspendida por las autoridades del penal, en represalia por la denuncia que había hecho el preso político sobre la golpiza de que fue víctima un reo del 11J en el penal, presuntamente propinada por un miembro de la guarnición.

Esta es la sexta huelga que realiza García Caso desde que está en prisión. El preso político es herrero de profesión, tiene 33 años, es padre de tres menores y cumple 15 años de condena por el delito de sedición, tras haber participado en la manifestación popular, el 11 de julio de 2021, en la capital holguinera.

Los presos Carlos Michael Morales, Leonel Tristá y Liván Hernández Sosa también enfrentan pésimas condiciones y abusos en la prisión de Manacas, en Santa Clara, según reportó el activista y periodista independiente Guillermo del Sol.

“Se rompieron las neveras y estaban dando los alimentos en estado de putrefacción. A raíz de la protesta en Caimanera fueron llevados a celda de castigo. El día de las madres, los tres presos políticos fueron los únicos a los que no les dieron derecho al teléfono para llamar a sus esposas, a sus madres", detalló el comunicador.

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"Estamos viendo que lo que hay es un clima de terror contra estas personas que, en definitiva, no cometieron ningún acto violento, ni ningún agravio. Simplemente, lo que pidieron fue libertad, y es injusto lo que está ocurriendo con ellos”, advirtió Del Sol.

Morales es oriundo de Caibarién, donde participó en la protesta del 11J, por lo que fue condenado a 2 años y 10 meses de cárcel; es periodista independiente y, según denuncian sus allegados, ha sufrido maltratos físicos por parte de las autoridades de ese centro penitenciario. Tiene, además, múltiples problemas de salud.

Tristá reside en Santa Clara y cumple 8 años de sentencia por participar en la manifestación popular en el territorio; realizó una huelga de varios días en la prisión de Guamajal, de donde lo trasladaron para Manacas, en reclamo de un revisión de su injusta condena.

Hernández Sosa, con una condena de 4 años por participar en las protestas en la ciudad de Santa Clara, ya ha sido enviado en más de una oportunidad para celda de castigo por realizar protestas reclamando medicamentos y atención médica.

Por otro lado, el comunicador Adriano Castañeda denunció que Luis Mario Niedas Hernández acaba de ser trasladado desde la prisión provincial Nieves Morejón, en la ciudad de Sancti Spíritus, para un campamento de trabajo forzado llamado Batalla de Ideas, en precarias condiciones de salud.

“Sin antecedentes penales, ha tenido múltiples enfermedades dentro de la prisión debido al confinamiento allí y ha sido torturado físicamente”, argumentó Castañeda.

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Niedas Hernández reside en la capital espirituana, donde participó en la protesta popular del 11J, y por eso fue condenado a tres años de cárcel. A pesar del tiempo cumplido, le han negado la libertad condicional.

Mientras, desde el 14 de abril, que dejó la huelga, hasta el sábado último, en que fue trasladado nuevamente para el campamento de trabajo forzado llamado San José, Dixán Gaínza Moré estuvo aislado en una celda y sin comunicación telefónica con su familia en la prisión de Kilo 8, en la ciudad de Camagüey. Al preso político se le ha negado el derecho de ver a su abuela, quien lo crió, y se encuentra en grave estado de salud, hospitalizada, dijo a Radio Martí su hermana Disney Azahares Moré.

“Mi abuela mal en un hospital, malísima, descompensada, después de haber sufrido un infarto cerebral. Mi mamá les pidió que la dejaran ver, y le dijeron que no”, contó la joven.

Gaínza More ya ha realizado varias huelgas en prisión, esta última fue en reclamo de su libertad condicional. El preso político, de 37 años y activista de la organización opositora Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), cumple seis años de condena por participar en las protestas el 11J en el parque El Cristo, en la capital agramontina.