Santos viaja a Cuba en medio de negociaciones de paz con las FARC

  • Agencias

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos

El gobernante colombiano no se ha pronunciado sobre el obligado repaso de la marcha de las negociaciones que puede surgir de esta cita.
Con la segunda Cumbre de la CELAC como telón de fondo, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, viaja a una Cuba consolidada como escenario del diálogo de paz con las FARC y que concentra a los principales mandatarios involucrados en el proceso.

El gobernante colombiano, que se incorporará con retraso a la ya inaugurada II Cumbre de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), no se ha pronunciado sin embargo sobre el obligado repaso de la marcha de las negociaciones que puede surgir de esta cita.

Y es que en los casi 110.000 kilómetros cuadrados de extensión de la isla caribeña Santos coexistirá con la cúpula negociadora de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), con quienes ha descartado reunirse porque según dijo el pasado jueves "no está en el programa".

Los negociadores de la guerrilla, encabezados por el "número dos", alias "Iván Márquez", se encuentran ahora en La Habana en pleno receso entre rondas de conversaciones alojados en la exclusiva zona de El Laguito, una urbanización de protocolo que el Gobierno cubano suele reservar a delegaciones de alto nivel.

De todas maneras, Santos ha anunciado que durante su visita de 24
horas a La Habana tendrá una apretada agenda con al menos siete
reuniones bilaterales.

Para empezar, el mandatario colombiano se entrevistará con los presidentes de Cuba, Raúl Castro, y de Venezuela, Nicolás Maduro, quienes ejercen respectivamente como garante y acompañante del proceso de paz y guardan afinidades con la guerrilla en su pensamiento de izquierda.

Precisamente Cuba y Venezuela jugaron un papel preponderante durante la gestión secreta del proceso de paz colombiano en los primeros meses de 2012.

Santos visitó La Habana en marzo de 2012, cinco meses antes de revelar los primeros contactos exploratorios con las FARC, y se reunió con el exgobernante cubano Fidel Castro, su hermano Raúl, el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez y Maduro como vicepresidente, en un momento en el que se cuestionaba la inclusión de Cuba en el sistema de Cumbres de las Américas.

Aunque no trascendió ninguna información sobre la conversación que mantuvieron entonces a puerta cerrada, se presume que ese encuentro sirvió para atar varios cabos en el tema de la paz.

Por el momento, la Presidencia colombiana no ha confirmado reunión alguna entre Santos y Fidel Castro, quien ha conversado ya con las presidentas de Argentina, Cristina Fernández, y de Brasil, Dilma Rousseff, y con la primera ministra de Jamaica, Portia Simpson-Miller.

Otro esperado encuentro de Santos es el anunciado por el mandatario uruguayo, José Mujica, que fue después desmentido a medias por el gobernante colombiano al señalar que si bien tampoco estaba en el programa, "posiblemente suceda".

Fuentes de la Casa de Nariño consultadas por Efe poco antes del viaje indicaron que todavía no había encuentro sellado con Mujica, quien ha expresado su compromiso por la paz en Colombia y ha ofrecido su experiencia como exguerrillero tupamaro para acoger un posible diálogo con la segunda guerrilla, el ELN.

Además de los encuentros mencionados con Raúl Castro y Maduro, están confirmadas las reuniones del presidente colombiano con sus homólogos de Ecuador, Rafael Correa; de México, Enrique Peña Nieto; con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y con los primeros ministros de Jamaica, Portia Simpson-Miller, y de Antigua y Barbuda, Winston Baldwin Spencer.

Mención aparte merece el encuentro de Santos con Rousseff, pues Brasil ha estado junto con Uruguay en el radar de las especulaciones para albergar el eventual proceso de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

El objetivo de esta cumbre de la Celac es avanzar en su integración, aunque el asunto de la paz en Colombia perfila como un tema de debate.

Hasta el Secretariado de las FARC pidió ayer a este joven organismo nacido en 2011 que sea "una de las fuerzas determinantes en la potenciación de los progresos que ya tenemos, y en la búsqueda de las soluciones que permitan poner fin al más prologado conflicto social y armado del hemisferio".