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La Pantera al ataque

Luis Robert Jr., "La Pantera", jardinero central de los Medias Blancas de Chicago, atrapa la bola en un juego contra los Astros de Houston. (AP/Erin Hooley)

Cuando el avileño Luis Robert Jr. está saludable, es, a no dudarlo, uno de los peloteros más espectaculares y completos de todo el béisbol.

Apodado La Pantera, el jardinero central de los Medias Blancas de Chicago está demostrando de lo que es capaz cuando goza de buena salud y en el 2023 ha participado en 41 de los 42 juegos de su equipo y parece haber dejado atrás todo el historial de lesiones que lo ha perseguido desde que debutó en Grandes Ligas en el 2020.

Entre el lunes 8 y el domingo 14 de mayo, Robert dejó un botón de muestra de su calidad, al disparar nueve cohetes en 26 turnos, para average de .346, con ocho carreras anotadas y siete impulsadas.

Como extrabases, acumuló par de dobletes y cuatro jonrones, para un slugging de .885.

Con esos cuatro bambinazos, llegó a 11 en la campaña, la mayor cifra entre todos los cubanos y la tercera mejor de todo el campeonato, sólo superado por Pete Alonso (13) y Patrick Wisdom y Max Muncy, ambos con 12.

Por su parte, el tunero Yordán Alvarez, de los Astros de Houston, sigue con su habitual paso demoledor.

En la semana, Yordán se fue de 23-8 (.348), con cuatro anotadas y seis remolcadas, dos dobletes, par de vuelacercas y slugging de .609.

Alvarez llegó a diez bambinazos y 37 impulsadas, segundo en este último departamento, detrás del también cubano José Adolis García, de los Rangers de Texas, quien acumula 42.

Otro que sigue encendido es el villaclareño Yandy Díaz, de los increíbles Rays de Tampa Bay.

El hijo de Jorge “La Araña” Díaz ligó ocho imparables en 26 oportunidades en los últimos siete días, para un average de .308, con cuatro anotadas y cinco empujadas.

Como extrabases sumó dos biangulares y un jonrón, para slugging de .500.

Yandy llegó a diez cuadrangulares en la campaña y está a sólo cuatro de igualar su mejor marca de 14 en 2019.

Además, su average global es de .321, el cuarto mejor en todas las Grandes Ligas, mientras que su OPS (la suma del promedio de embasamiento y el slugging) es de 1.021, segundo más alto de todo el béisbol.

La mala noticia es que salió lastimado del partido del domingo ante los Yankees de Nueva York y aunque aún no fue colocado en la lista de lesionados, podría perderse algunos juegos.

Otro que le dio en la cara a la pelota en la semana fue el habanero Jorge Soler, de los Marlins de Miami.

Soler se fue de 21-7 (.333) en los últimos siete días, con cinco anotadas e igual número de remolques, par de jonrones kilométricos y slugging de .619.

Y lo del derecho Yennier Cano ya es de otro planeta.

El relevista avileño de los Orioles de Baltimore continuó su hermetismo desde la lomita y en la semana trabajó tres entradas y dos tercios en tres partidos, en los que permitió sólo dos hits y ponchó a tres bateadores.

Ahora, Cano tiene 19.2 innings de labor a lo largo de 15 juegos en el campeonato, en los que apenas ha tolerado cuatro imparables, con 22 abanicados y un control perfecto, pues no regaló aún ninguna base por bolas, al tiempo que mantiene su efectividad intacta en 0.00 y su WHIP en 0.20.

Frío, frío

El zurdo de los Yankees de Nueva York Néstor Cortés tuvo una semana para el olvido.

En dos aperturas apenas logró completar 9.1 innings, en los que fue bateado libremente, con 13 hits y ocho carreras limpias. Además, regaló cuatro boletos y ponchó a siete, con una efectividad de 7.71.

Puedes seguir a Jorge Morejón en Twitter: @labolanostra

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Luis Arráez invita a soñar

El venezolano Luis Arráez, de los Marlins de Miami, corre al conectar un doble en el juego del sábado 3 de junio de 2023, ante los Atléticos de Oakland (AP Foto/Lynne Sladky)

Los Miami Marlins tienen una máquina de batear. Es venezolano, tiene 26 años y se llama Luis Arráez.

Aunque todavía queda mucho camino por recorrer en la temporada del 2023, Arráez ha puesto a soñar al mundo del béisbol con la posibilidad de ser el primero con average de .400 en más de ocho décadas.

El primer bate y segunda base de los Marlins disparó tres cohetes en el juego del lunes ante los Reales de Kansas City y encaramó su promedio en .399, líder absoluto en todas las Grandes Ligas.

Ya Arráez sabe lo que es ser líder de los bateadores. El año pasado, cuando jugaba para los Mellizos de Minnesota, se llevó la corona en la Liga Americana con average de .316.


Ahora, podría convertirse apenas en el segundo en conseguir títulos de bateo en ambas ligas, algo que sólo ha hecho D.J. LeMahieu, con los Rockies de Colorado en el 2016 (.348) y con los Yankees de Nueva York en el 2020 (.364).

De lograrlo, el venezolano lo haría en años consecutivos, un hito sin precedentes.

Pero la vista de todos está en los .400.

Por ahora, restan 101 partidos y otros encumbrados bateadores, la mayoría de ellos actuales miembros del Salón de la Fama, llegaron al juego 62 con averages más altos que los .399 de Arráez, pero perecieron en el intento.

Chipper Jones (.418 en 2008), Larry Walker (.416 en 1997), Paul O’Neill y Rod Carew (.411 en 1994 y 1983, respectivamente), Stan Musial (.408 en 1948), Ted Williams (.407 en 1948) y Tony Gwynn (.405 en 1997) trataron, pero no pudieron. De ellos, sólo O´Neill no está en Cooperstown.


Ted Williams también promediaba sobre .400 a la altura del juego 61 en 1941 (.403) y cerró la campaña con .406, la última vez que un bateador superó esa barrera.

El toletero de los Medias Rojas de Boston llegó al último día de la contienda con average de .39955, que redondeado era .400.

El 28 de septiembre de 1941, Boston cerraba la temporada con doble juego frente a los Atléticos de Filadelfia y el manager de los Medias Rojas, Joe Cronin, le sugirió a su bateador quedarse en la banca para asegurar los .400, algo que no pasaba desde que Bill Terry, de los Gigantes de Nueva York, promedió .401 en 1930.

Cuentan que Williams llamó a Cronin para afuera del dugout y le señaló las gradas repletas de público en el estadio.

“Todos esos pagaron su entrada para verme batear”. ¡Y sí que lo vieron!

En la doble cartelera, Williams disparó seis cohetes en ocho turnos y terminó con .406.

Aroldis Chapman y su magistral carrera: ¿llegará a ser inmortal en Cooperstown?

Aroldis Chapman, "El Misil Cubano". (AP/Charlie Riedel)

Solamente 6 lanzadores cubanos han estado más temporadas que Aroldis Chapman en el béisbol de las Grandes Ligas y, con los 35 años que tiene “El Misil Cubano”, el chance de que termine entre los tres primeros es enorme.

Chapman no es sólo el mejor relevista cubano de todos los tiempos, sino que podría terminar su carrera como el mejor lanzador zurdo de todos los tiempos en la MLB.

¿Quién es el mejor hasta la fecha? Sin mucha discusión, el mejor lanzador de relevo zurdo de la historia del béisbol de Grandes Ligas es Billy Wagner. Su nombre se mantiene recibiendo buena cantidad de votos en las boletas para el Salón de la Fama.

Aroldis Chapman vs Billy Wagner

Una de las cosas más sabrosas del béisbol es comparar numeritos, así que manos a la obra.

“El Misil Cubano” ha lanzado hasta el momento 661.1 entradas de labor. Tengamos en cuenta que Wagner estuvo en Las Mayores por 16 campañas contra 14 de Chapman hasta el momento, y en ellas trabajó 903 innings, por lo que tiene 242 capítulos más que Aroldis. Sin embargo, con toda esa cantidad de entradas menos, Chapman ya lo supera en los siguientes departamentos: ponches por cada nueve innings, con 14.7, y en FIP, con 2.33 (estadística que mide la capacidad de un lanzador en prevenir jonrones, bases por bola y pelotazos, y provocar ponches).

Eso no es todo, lo interesante es que Chapman está muy cerca de superar a Wagner en varias categorías, marcas que podíamos ver quebrar en esta misma temporada y la próxima.

Aroldis Chapman en exclusiva desde el Miami Marlins
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Wagner ganó 47 y Chapman lleva 45, Wagner ponchó a 1196 y Chapman tiene 1080 y, además, en cuanto al famoso WAR, métrica que mide las contribuciones de un pelotero a su equipo, Billy Wagner dejó un 24 y Aroldis Chapman ostenta un 20.9, acercándose al norteamericano.

¿Qué estadística es la que puede definir esta discusión? Los juegos salvados. Billy Wagner se apuntó 422 salvamentos y el holguinero lleva 317. El problema es que, actualmente, no está fungiendo como taponero de los Reales de Kansas City y necesita 83 para los 400.

La diferencia en efectividad no es mucha. Billy Wagner tuvo un promedio de limpias de 2.31 contra 2.49 del zurdo antillano.

¿Llegará Chapman a ser inmortal en Cooperstown?

El tiempo tendrá la última palabra, pero un par de cosas tiene el cubano a su favor. La primera es su salud, ya que ha sufrido pocas lesiones en su carrera, y la segunda es la manera de trabajar que tiene “El Misil Cubano”, uno de los atletas que más entrena y mejor se prepara para cada temporada.

“El Bombi” García recupera el liderazgo de las impulsadas

Adolis García, de los Rangers de Texas (izq.), habla con José Abreu (79) de los Astros de Houston, antes de un partido de béisbol este domingo, 16 de abril de 2023, en Houston. (AP/David J. Phillip)

El jardinero cubano de los Rangers de Texas, José Adolis García, recuperó el liderazgo de carreras impulsadas en todas las Grandes Ligas, que ahora comparte con su compatriota Yordán Alvarez, de los Astros de Houston.

El Bombi, como apodan al jugador nacido en Ciego de Ávila, ha sido una máquina de remolcar corredores hacia el plato y una de las claves ofensivas del equipo, que lidera la división Oeste de la Liga Americana con el segundo mejor récord en todo el béisbol (38-20).

En la semana del lunes 29 de mayo al domingo 4 de junio, García disparó nueve cohetes en 26 turnos, para average de .346, con cinco anotadas y par de empujadas.


Como extrabases ligó par de dobletes y su slugging fue de .423.

Ahora lleva 51 impulsadas, al igual que Yordán, únicos con más de medio centenar de remolques en lo que va de temporada.

El patrullero derecho de Texas rompió una sequía de 11 juegos consecutivos sin impulsar carreras, durante la cual, Alvarez se le fue brevemente por delante en ese departamento.

Por su parte, Lourdes Gurriel Junior sigue encendido con el madero y también es uno de los pilares ofensivos de los Diamondbacks de Arizona, que comparten el primer lugar del Oeste de la Liga Nacional con los Dodgers de Los Angeles.

Yunito se fue en los últimos siete días de 22-6 (.273), con una anotada y siete empujadas.

Entre sus hits, sumó tres biangulares y un cuadrangular, para slugging de .545.

El menor de los hermanos Gurriel promedia en la campaña para .310, el quinto average más alto entre todos los bateadores del viejo circuito. Además, suma nueve bambinazos y 35 carreras empujadas.


Y el relevista derecho de los Orioles de Baltimore Yennier Cano continúa su labor dominante desde el bullpen.

Esta semana tuvo participación en tres partidos, con tres innings y un tercio de labor en los que permitió tres hits y regaló una base por bolas, pero no toleró carreras.

Ahora lleva en total 31 entradas trabajadas, con 30 ponches, cuatro juegos salvados y minúscula efectividad de 0.87.

El avileño ha sido una pieza fundamental en el cuerpo de relevistas de los Orioles, que con 37 victorias y 22 derrotas, van segundos en la división Este de la Americana.

Frío, frío

El antesalista de los Medias Blancas de Chicago, Yoan Moncada, tuvo una semana para el olvido.

En 17 turnos, apenas consiguió un imparable, para un anémico promedio de .059, con ocho abanicados.

Moncada ha elevado este año su tasa de ponches, con 31 en 110 veces (28.1%), por encima de su promedio histórico del 25%.

La novena ideal del Caribe según los contratos de sus peloteros 

El cubano José Dariel Abreu, con $ 19,500,000, es el inicialista caribeño con el mejor contrato.

Para nadie es un misterio que los peloteros procedentes de las zonas caribeñas son una gran atracción en el béisbol de las Grandes Ligas. Hace muchos años que estos deportistas arriban a los Estados Unidos para enriquecer el juego, ganar campeonatos y, por qué no, asegurar grandes contratos.

Los países del área con mayor participación en la Gran Carpa son República Dominicana, Venezuela, Cuba y Puerto Rico, y sus jugadores actualmente se encuentran entre los primeros lugares en las estadísticas de campeonato, convirtiéndose en atletas muy necesarios para sus franquicias, condición que los pone en buena posición a la hora de negociar sus salarios.

Todos sabemos que estos países comparten culturas similares. El idioma, la comida, la música y, sobre todo, la forma de entender el béisbol. Desde muy pequeños, los niños comienzan a practicar este deporte bajo el mismo patrón. Las jugadas rápidas, ofensivas, el contacto físico y verbal con el oponente son elementos que nos hace ver el juego de la misma manera, no importa si eres cubano, boricua o dominicano.

En este artículo pretendemos conformar la novena ideal, posición por posición, del Caribe, según el tamaño de su contrato.

Los tres lanzadores caribeños más caros de las Grandes Ligas son el dominicano Luis Castillo, con $21,600,000, y los boricuas Edwin Díaz, con $ 19,650,000, y José Berrios, $ 15,000,000.

En cuanto a la receptoría, podemos decir que el venezolano con 12 temporadas en los Reales de Kansas City, Salvador Pérez, posee los mayores números, con $20,000,000 anuales.

El inicialista de mayor cartera y MVP de la temporada 2020 es el cubano José Dariel Abreu, con $ 19,500,000.

La mejor combinación en el campo corto y segunda base la tienen, de Puerto Rico, Francisco Lindor, con $34,100,000, y la estrella venezolana José Altuve, con $29,000,000.

El tercera base que se lleva el mejor salario anual es el dominicano de los Red Sox de Boston Rafael Devers, con $31,350,000. Recordemos que Manny Machado tiene sus raíces caribeñas pero nació en Estados Unidos.

Con el cuadro listo, y con dominio de Venezuela ubicando a Salvador Pérez y José Altuve en la lista, pasamos a los jardineros.

En la pradera izquierda aparece el dominicano Juan Soto, con $23,000,000. En el medio, el espectacular Ronald Acuña, con $17,800,000, y en la posición donde se hacen los disparos más largos hacia tercera, el jardín derecho, tenemos al también dominicano Starling Marte, con rubro de $20,750,000.

Podemos ver que, en este sector del terreno, República Dominicana alcanza los mayores números, con dos jugadores por encima de los $20,000,000.

En total, si conformamos la nómina ideal del Caribe según la dimensión del contrato, Venezuela y República Dominicana serían los países más representados, con cuatro peloteros cada uno.

Lanzador

  • República Dominicana, Luis Castillo, Seattle Mariners, $ 21,600,000

Receptor

  • Venezuela, Salvador Pérez, Kansas City Royals, $ 20,000,000

1ra base

  • Cuba, José Abreu, Houston Astros, $ 19,500,000

2da base

  • Venezuela, José Altuve, Houston Astros, $ 29,000,000

Campo corto

  • Puerto Rico, Francisco Lindor, Mets New York, $34,100,000

3ra base

  • República Dominicana, Rafael Devers, Boston Red Sox, $ 19,318,182

Jardinero izquierdo

  • República Dominicana Juan Soto, $ 23,000,000

Jardinero central

  • Venezuela, Ronald Acuña, $ 17,800,000

Jardinero Derecho

  • República Dominicana Starling Marte, Mets New York, $ 20,750,000

Bateador designado

Venezuela, Miguel Cabrera, Detroit Tigers, $ 32,000,000

VENEZUELA

Lanzadores

  • Martín Perez. Texas Ranger, SP, $ 19,650,000
  • Germán Marquez, Colorado Rockies, SP, $ 15,300,000

Jugadores de cuadro

  • Miguel Cabrera, Detroit Tigers, DH, $ 32,000,000
  • José Altuve, Houston Astros, 2B, $ 29,000,000
  • Salvador Pérez, Kansas City Royals, C, $ 20,000,000
  • Eugenio Suarez, Seattler Mariners, 3B, $ 11,000,000
  • Miguel Rojas, Miami Marlins, SS, $ 4,250,000
  • Jesús Aguilar, Oakland Athletics, 1B, $ 3,000,000

Jardineros

  • Ronald Acuña, Atlanta Braves, CF, $ 17,800,000
  • Avisail García, Miami Marlins, RF, $ 12,000,000
  • David Peralta, Angeles Dodgers, LF, $ 6,500,000

REPÚBLICA DOMINICANA

Lanzadores

  • Luis Castillo, Seattle Mariners, SP, $ 21,600,000
  • Luis Severino, New York Yankees, SP, $ 15,000,000

Jugadores de cuadro

  • Rafael Devers, Boston Red Sox, 3B, $ 19,318,182
  • Ketel Marte, Arizona Diamondbacks, 2B, $ 11,600,000
  • Eloy Jiménez, Chicago White Sox, DH $ 10, 000,000
  • Amed Rosario, Cleveland Guardians, SS, $ 7,800,000
  • Carlos Santana, Pittsburgh Pirate, 1B, $ 6,725,000
  • Francisco Mejías, Tamba Bay Rays, C, $ 2,155,000

Jardineros

  • Juan Soto, LF, $ 23,000,000
  • Starling Marté, Mets New York, RF $ 20,750,000
  • Julio Rodríguez, Seattle Mariners, CF, $5,912,500

CUBA

Lanzadores

  • Raisel Iglesias, Atlanta Braves, RP, $16,000,000
  • Aroldis Chapman, Kansas Royals, RP, $ 3,350,000

Jugadores de cuadro

  • José Abreu, Houston Astros, 1B, $ 19,500,000
  • Yasmany Grandal, Chicago White Sox, C, $ 18,250,000
  • Yoan Moncada, Chicago White Sox, 3B, $ 17,800,000
  • Jorge Soler, Miami Marlins, DH, $ 15,000,000
  • Aledmys Díaz, Oakland Athletics, SS, $ 6,500,000
  • José Iglesias, Colorado Rockies, SS, $ 5,000,000

Jardineros

  • Luis Robert Moiran, Chicago White Sox, CF, $ 9,500,000
  • Yordan Álvarez, Houston Astros, LF, $ 7,833,333
  • Randy Arrozarena, Tamba Bay Rays, LF, $ 4,150,000

PUERTO RICO

Lanzadores

  • Edwin Diaz, Mets New York, RP, $ 19,650,000
  • José Berrios, Toronto Blue Jays, SP, 15, 000, 000

Jugadores de cuadro

  • Francisco Lindor, Mets New York, SS, $34,100,000
  • Carlos Correa, Minnesota Twins, SS, $ 33,333,333
  • Javier Baez, Detroit Tigers, SS, $ 22,000,000
  • Christian Vazquez, Minnestota Twins, C, $10,000,000
  • Erick Hernádez, Boston Red Sox, SS $ 10,000,000

Jardineros

  • Eddie Rosario, Atlanta Braves, LF, $ 9,000,000
  • Willie Castro, Minnesota Twins, LF, $ 1,800,000
  • JD Menéndez, Kansas City Royals, RF, $ 726,500

Los tres hechos que cambiaron el béisbol en los últimos 100 años 

Babe Ruth tras batear su cuarto jonrón en un juego de los New York Yankees frente a los Washington Senators en el Yankee Stadium de New York, el 26 de abril de 1936. (AP Photo)

Este 2023 ha sido un año de drásticos cambios en las Grandes Ligas, con la entrada en vigor de nuevas reglas, tendientes a agilizar el juego.

Con opiniones divididas a favor y en contra, las regulaciones implementadas por el comisionado Rob Manfred no clasifican, sin embargo, entre los cambios más trascendentales en la historia.

En los últimos 100 años, el béisbol ha sufrido una serie de cambios que lo han llevado al punto en que nos encontramos en la actualidad.

Algunos han sido extraordinarios, otros apenas mínimos, pero todos conforman eslabones de una cadena interminable de modificaciones.

Sin embargo, hay tres hechos a partir de 1920 sin los cuales no podríamos ni hablar de lo que son hoy las Grandes Ligas.

Foto tomada el 18 de junio de 1929, Babe Ruth al bate en el estadio de los New York Yankees AP Photo/File)
Foto tomada el 18 de junio de 1929, Babe Ruth al bate en el estadio de los New York Yankees AP Photo/File)

1.- Babe Ruth llega a los Yankees

En 1919, Harry Frazee era el dueño de los Boston Red Sox, aunque su verdadera pasión, más que el béisbol, era el teatro musical.

Babe Ruth era el mejor jugador de las Grandes Ligas, bateador extraordinario y lanzador estelar de los Medias Rojas, que había llevado hasta 29 el récord de jonrones en una temporada.

Frazee estaba necesitado de plata para financiar sus puestas en escena y Boston, campeón de la Serie Mundial el año anterior, había terminado sexto entre ocho equipos de la Liga Americana.

Cinco días antes de que terminara el año, el productor teatral tomó una decisión que cambió para siempre la historia del béisbol y le vendió a los New York Yankees a Babe Ruth por 100 mil dólares, una cifra exorbitante para la época.

En 1920, el poderoso toletero vistió por primera vez el uniforme de rayas de los Yankees, hasta entonces un modesto equipo que desde su nacimiento como los Highlanders en 1903, lo más que había logrado era quedar segundo en tres ocasiones en el joven circuito.

En su nueva novena, Ruth ocupó un puesto de bateador y jardinero a tiempo completo y un año después la llevó a la primera de sus 40 Series Mundiales.

La llegada del Bambino a Nueva York revolucionó el béisbol y convirtió a los Yankees en la franquicia deportiva más famosa del planeta.

La prensa deportiva de la época acuñó el término "bambinazo" para referirse a sus batazos de cuatro esquinas y la suerte de los Yankees cambió para siempre, tornándose en una fuerza imparable que hoy luce en sus vitrinas 27 coronas en clásicos de octubre.

Entretanto, a los Medias Rojas les cayó la 'Maldición del Bambino', que duró 86 años antes de que volvieran a ganar una Serie Mundial.

Jackie Robinson en una foto tomada el 4 de marzo de 1946, en Sanford, Florida. (AP Photo/Bill Chaplis, File)
Jackie Robinson en una foto tomada el 4 de marzo de 1946, en Sanford, Florida. (AP Photo/Bill Chaplis, File)

2.- Jackie Robinson rompe la barrera racial


Las Grandes Ligas siempre se han vanagloriado desde su nacimiento de tener el mejor béisbol del mundo, pero algo faltaba para que esa afirmación fuera una verdad absoluta.

Los peloteros de raza negra estaban vetados para jugar en las Mayores desde que a finales del siglo XIX, Cap Anson, mánager-jugador de los Chicago Cubs y primera estrella genuina que tuvo el béisbol en sus albores, se negara a compartir el terreno con jugadores de piel oscura.

En la década de los años 40 del siglo XX, muchos de los mejores peloteros de las Grandes Ligas se alistaron en el ejército y fueron a combatir en la Segunda Guerra Mundial y el espectáculo decayó por la ausencia de estrellas como Joe DiMaggio y Ted Williams, entre otros.

Los negros tenían su propia liga y los equipos de las Mayores les alquilaban sus estadios los días que no había partidos para que ellos jugaran allí.

Un visionario llamado Branch Rickey, gerente general de los Dodgers de Brooklyn, vio la gran cantidad de público de todas las razas que atraían aquellos encuentros por la indiscutible calidad de los jugadores, en los que vio una mina de oro para llenar el vacío de quienes habían tomado las armas para combatir a la Alemania Nazi en Europa.

Aunque para finales de 1945 la guerra había terminado y las estrellas comenzaban a regresar a casa, Rickey estaba decidido a llevar su revolucionaria idea adelante y el 23 de octubre de ese año escandalizó al entonces conservador mundo del béisbol, al firmar como agente libre a Jackie Robinson, un jugador de cuadro que brillaba en las Ligas Negras con los Kansas City Monarchs.

Tras pasar la temporada de 1946 en AAA, el 15 de abril de 1947, se convirtió en el primer pelotero de raza negra en jugar en Grandes Ligas desde que se estableció la infame barrera racial en el siglo XIX.

Robinson, con un estoicismo a prueba de balas y consciente del papel histórico que le tocó desempeñar, le abrió las puertas de las Mayores a sus hermanos de raza.

Llegaron entonces otros inmortales como Satchel Paige, Frank Robinson o Willie Mays.

A partir de ahí, las Grandes Ligas estuvieron finalmente completas y la afirmación de que se trata del mejor béisbol del mundo se convirtió en una verdad absoluta.

En esta foto de 1968, Curt Flood batea para los Cardinales de St. Louis. (AP Photo/File)
En esta foto de 1968, Curt Flood batea para los Cardinales de St. Louis. (AP Photo/File)

3.- Curt Flood desafía la cláusula de reserva


Curt Flood fue un buen pelotero, ganador de siete Guantes de Oro, asistente a tres Juegos de Estrellas y ganador dos veces de la Serie Mundial con los St. Louis Cardinals.

Pero su lugar en la historia se lo ganó fuera del terreno, cuando en los convulsos años 60, cuando Estados Unidos estaba inmerso en la lucha por los derechos civiles, desafió al entonces comisionado de las Grandes Ligas, Bowie Kuhn, al rechazar un cambio a los Philadelphia Phillies.

Fue el día de Nochebuena de 1969 cuando Flood envió a Kuhn una carta en la que le notificaba su negativa a aceptar el canje a los Filis.

"Después de doce años en las Grandes Ligas, no siento que sea una propiedad para comprar y vender, independientemente de mis deseos".

"Creo que cualquier sistema que produzca ese resultado viola mis derechos básicos como ciudadano y es incompatible con las leyes de los Estados Unidos y de varios Estados".

"He recibido una propuesta de contrato de Filadelfia, pero creo que tengo derecho a considerar las ofertas de otros clubes antes de tomar cualquier decisión".

Kuhn respondió con otra carta llena de formalismos, en la que le negó la posibilidad de optar por otros equipos y Flood, apoyado por el abogado Marvin Miller, líder del sindicato de jugadores, presentó una demanda en las cortes.

El jardinero central de los Cardenales había destapado la caja de Pandora, al cuestionar la hasta entonces existente cláusula de reserva, que permitía a los equipos disponer a su antojo la suerte de los peloteros.

El caso conocido como Flood vs Kuhn pasó por las diferentes instancias hasta llegar a la Corte Suprema de Justicia durante un proceso legal que demoró dos años y medio.

Flood no jugó en 1970, ni con los Filis ni con cualquier otro equipo, mientras que apenas participó en 13 partidos en 1971 con los Senadores de Washington, con lo que puso fin a su carrera.

Aunque la Corte Suprema confirmó, por un margen de 5 a 3, la exención antimonopolio otorgada a las Grandes Ligas en 1922, admitió que los fundamentos originales de esa exención eran frágiles.

Esa admisión puso en marcha entonces una serie de eventos que finalmente condujeron a la anulación de la cláusula de reserva y abrió las puertas al surgimiento de la agencia libre en el béisbol, que luego se hizo extensiva a otros deportes.

Sin aquella aparentemente inocente carta de Flood al comisionado Kuhn, los deportistas profesionales de Estados Unidos (no sólo los beisbolistas) no ganarían los salarios estratosféricos de hoy, de acuerdo con lo que dicta el mercado, en lugar de quedar a merced del capricho de los dueños de equipos.

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