Se trata de la adaptación al cine de la obra Penumbra en el noveno cuarto, del dramaturgo cubano Amado del Pino, rodada en el barrio de Colón en La Habana Vieja y en el Latino (Estadio Latinoamericano del Cerro).
La opera prima del experimentado director de televisión Charlie Medina, es una vuelta a los años noventa y narra el encuentro de un pelotero, su amante y un posadero, en una noche crucial de la Serie Nacional de Béisbol, cita sagrada para muchos cubanos.
La película habla de pelota, de amistad, de sexo y de frustraciones. Sus personajes tienen una triste historia que contar: el posadero, que limpia los cuartos de la húmeda y sombría posada de La Habana donde los amantes tienen sexo, es un expresidiario, drogadicto y fanático del béisbol; la mujer es un bailarina que ya quiere retirarse y tener hijos; y el pelotero está a punto de despedir sus días de gloria.
“Los ambientes agrios de una Habana marginalizada resultan avasalladores y la credibilidad y realismo de su discurso es verdaderamente agobiante, explicó Sergio Benvenuto Solás en una reseña de Penumbras.
Benvenuto Solás elogia el empeño de Charlie Medina y su equipo que como muchos “cineastas devenidos por fuerza mayor en independientes, han debido subvencionarse la vida y así adaptarse a un nuevo rol director-productor-distribuidor, por tanto, asumir las enormes dificultades propias de la actual cinematografía de "tránsito", meritoria superviviente a la desarticulada institucionalidad actual”.
El largometraje tiene en el elenco a Omar Franco (Pepe), Tomás Cao (Lázaro), Ismercy Salomón (Tati) y Omar Alí (Renato) y se exhibe por estos días en varios cines de la isla.
La opera prima del experimentado director de televisión Charlie Medina, es una vuelta a los años noventa y narra el encuentro de un pelotero, su amante y un posadero, en una noche crucial de la Serie Nacional de Béisbol, cita sagrada para muchos cubanos.
La película habla de pelota, de amistad, de sexo y de frustraciones. Sus personajes tienen una triste historia que contar: el posadero, que limpia los cuartos de la húmeda y sombría posada de La Habana donde los amantes tienen sexo, es un expresidiario, drogadicto y fanático del béisbol; la mujer es un bailarina que ya quiere retirarse y tener hijos; y el pelotero está a punto de despedir sus días de gloria.
“Los ambientes agrios de una Habana marginalizada resultan avasalladores y la credibilidad y realismo de su discurso es verdaderamente agobiante, explicó Sergio Benvenuto Solás en una reseña de Penumbras.
Benvenuto Solás elogia el empeño de Charlie Medina y su equipo que como muchos “cineastas devenidos por fuerza mayor en independientes, han debido subvencionarse la vida y así adaptarse a un nuevo rol director-productor-distribuidor, por tanto, asumir las enormes dificultades propias de la actual cinematografía de "tránsito", meritoria superviviente a la desarticulada institucionalidad actual”.
El largometraje tiene en el elenco a Omar Franco (Pepe), Tomás Cao (Lázaro), Ismercy Salomón (Tati) y Omar Alí (Renato) y se exhibe por estos días en varios cines de la isla.