Washington Post: EEUU no puede quedar impasible mientras Maduro amenaza con armas

Agentes de la Policía Nacional Bolivariana detienen a manifestantes durante una marcha hacia la sede del Poder Electoral hoy, jueves 29 de junio de 2017, en Caracas (Venezuela). Diputados de la oposición venezolana denunciaron hoy que las fuerzas del orde

Diario capitalino advierte que proyecto de Constituyente de Maduro convertiría a Venezuela en un régimen de corte cubano, llama a EEUU a presentar protestas e iniciativas diplomáticas ante países caribeños clientes de Venezuela y Cuba

El diario The Washington Post dice este sábado en un editorial que, si bien Estados Unidos no puede rescatar a Venezuela de su crisis política y humanitaria, tampoco puede permanecer impasible mientras Nicolás Maduro promete “hacer por las armas lo que no pudo hacer con los votos”.

Citando el extraño incidente en que un policía lanzó desde un helicóptero granadas contra la sede del Tribunal Supremo, el Post advierte que la camarilla corrupta alrededor del Presidente de Venezuela está recurriendo a tácticas cada vez más inverosímiles para enfrentar al masivo movimiento de protesta que cuenta con el respaldo de la inmensa mayoría de los venezolanos y que, por tanto, no sería una sorpresa si, como creen muchos en ese país, todo hubiera sido orquestado por Maduro.

El periódico capitalino recuerda que el oficialismo ha lanzado toneladas de cilindros de gases lacrimógenos contra las marchas y manifestaciones, y también ha disparado miles de balas, y no solo de caucho: casi un centenar de venezolanos han muerto desde que comenzó la revuelta popular en abril.

Agrega que el régimen ha detenido a más de 3.200 personas, muchas de las cuales han sido golpeadas y torturadas según grupos independientes de derechos humanos. Más de 300 enfrentan juicios sumarios ante tribunales militares y sentencias a décadas de prisión.

Mientras tanto, apunta el Post, Maduro está empujando un plan para una asamblea constituyente que reescribiría la Constitución preparada bajo su predecesor, Hugo Chávez, con el propósito de eliminar la Asamblea Nacional controlada por la oposición y convertir a Venezuela en un régimen de corte cubano. Una protesta de inconstitucionalidad por parte de la Fiscal General fue reprimida prohibiéndole viajar y amenazándola con encausarla.

El editorial del diario de Washington considera que el discurso del pasado martes, en el que el gobernante venezolano asegura que nunca se rendirán y que “¡Lo que no se pudo con los votos, lo haríamos con las armas, liberaríamos nuestra patria con las armas!" hiela la sangre en las venas.

“Uno pensaría que el espectro de la guerra civil en un importante país productor de petróleo, de más de 30 millones de habitantes, finalmente motivaría a actuar a sus vecinos democráticos. Pero América Latina sigue en gran parte paralizada ante el caos en Venezuela”, comenta el cotidiano, y evoca el fracaso la semana pasada de una resolución de la OEA dirigida a crear un Grupo de Contacto para negociar una solución pacífica, después que se abstuvieran un puñado de naciones caribeñas que reciben petróleo venezolano a precios de descuento.

El editorial critica el abandono de la reunión por parte del secretario de Estado Rex Tillerson, y dice que si bien la administración Trump ha sancionado esporádicamente a figuras de alto nivel del régimen venezolano, no parece tener una estrategia para lidiar con “la crisis de mayores consecuencias para el hemisferio desde las guerras centroamericanas de la década de los 80”.

El periódico enumera algunas de las medidas adicionales que pudiera implementar Washington para presionar al régimen de Maduro: más sanciones contra entidades e individuos del régimen implicados en la represión; difundir información acerca de la participación de dirigentes chavistas en el tráfico de drogas y otros actos corruptos; protestas e iniciativas diplomáticas ante las naciones clientelistas del Caribe y Cuba.

El Washington Post concluye diciendo que no le corresponde a Estados Unidos rescatar a Venezuela de su crisis, pero que, mientras Maduro amenaza con recurrir a las armas, tampoco es una opción quedarse sin hacer nada.

[Redactado por Rolando Cartaya basado en un editorial de The Washington Post]