Voluntad china de invertir en Cuba se ciñó a "memorándums de entendimiento"

Artistas cubanos y chinos participan en una gala en el Gran Teatro de La Habana con motivo de la visita del primer ministro chino Li Keqiang.

La Habana necesita inversiones extranjeras y prefiere las de países aliados pero, más allá de los simbólicos convenios de cooperación, Beijing no hizo compromisos formales y sólo expresó posibilidades de invertir en ciertas esferas de la economía cubana.

Aunque Cuba y China firmaron el sábado, en ocasión de la visita a la isla del premier ministro Li Keqiang, unos treinta convenios para favorecer la cooperación “a mediano y largo plazo” en un amplio número de sectores, los resultados más tangibles de la visita del premier y representantes de 36 empresas chinas en lo referente a inversiones en la isla se ciñeron a dos o tres áreas donde ya existían intereses chinos, y no fueron acuerdos formales.

Economistas cubanos han señalado que para que Cuba tenga un crecimiento económico sostenible necesita entre $ 2.000 y $ 2.500 millones anuales en Inversión Extranjera Directa (IED). La gran esperanza para atraerla es la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM), que cuenta con un régimen jurídico especial en materia de propiedad, tributaria, aduanera, laboral y de repatriación de ganancias, entre otros incentivos a la inversión.

Sin embargo, a pesar de que Cuba prefiere las inversiones de países aliados y ha tratado de persuadir a China para que invierta en el país, el gigante asiático se ha mostrado más bien tibio en cuanto a instalar sucursales de sus empresas en la isla o incluso en la versión cubana de sus zonas económicas especiales.

Por ejemplo, un plan anunciado en 2013 por la compañía automotriz china Geely, que exporta gran cantidad de vehículos a Cuba, para abrir en Mariel una planta de ensamblaje en 2015 no se ha concretado.

Durante la firma el domingo de un nuevo plan de acción 2016-2017 entre las cámaras de comercio de Cuba y China, el presidente de la entidad cubana, Orlando Hernández, señaló que si bien hay presencia de compañías chinas en las inversiones extranjeras en Cuba, aún son “discretas” y son “muchas las potencialidades” por aprovechar.

Según se desprende de una información de Radio Habana Cuba las posibilidades de inversión china que surgieron de la visita del premier se expresaron en memorandos de entendimiento. Esta fórmula solamente expresa una convergencia de deseos, una intención de emprender una línea de acción común. Suele utilizarse cuando las partes no desean emprender un compromiso legal, o en situaciones en las cuales no pueden crear un acuerdo legalmente obligatorio.

Adicionalmente, los documentos suscritos se concentraron en la probadamente rentable esfera farmacéutica-biotecnológica, y solo uno de ellos está específicamente concebido para establecer una empresa china en Mariel:

“Cuba y China firmaron un Memorando de Entendimiento para la constitución de una empresa mixta en la ZEDM, dedicada a la producción de Glucómetros, Biosensores y otros diagnosticadores”.

“Las partes signaron un Memorando de Entendimiento destinado a la creación de una Unidad conjunta entre el Centro de Inmunología Molecular cubano y la empresa china Beijing Dongsan Biotech, para la investigación, desarrollo y producción a escala piloto de anticuerpos monoclonales y proteínas recombinantes, con el fin de exportarlos a América Latina”.

“Igualmente, fueron firmados otros tres memorandos para el desarrollo de proyectos en el campo de la bioingeniería, neurotecnología, bioinformática y proteómica; la colaboración en la computación de alto rendimiento, y la producción y comercialización de un novedoso producto biotecnológico utilizado en el tratamiento del cáncer”.

Otros documentos similares relacionados con el mismo campo fueron dirigidos a la transferencia de tecnología cubana a China o a la comercialización de productos cubanos en el país asiático.

“Además, fue suscrito un acuerdo para la distribución y comercialización en China del PPG y el Prevenox, y una carta de intención para el proyecto de transferencia de tecnología de la estreptoquinasa recombinante para el tratamiento de la crisis hemorroidal aguda”.

Citado por el Diario del Pueblo, Li mencionó entre los puntos en los que él y Raúl Castro estuvieron de acuerdo durante su reunión “la profundización de la cooperación”. Pero el premier chino tuvo cuidado de ponerle a dicha colaboración un apellido: “pragmática”.