Visas religiosas a extranjeros: estrategia de sociedad yoruba en Cuba para buscar fondos

Un "babalawos" cubano lee la letra del año 2016 (Archivo).

La Letra del Año en Cuba desató nuevamente la polémica de si su lectura está o no dirigida a complacer al régimen cubano, pero también sacó a relucir las presuntas dificultades económicas de la Asociación Cultural Yoruba de Cuba (ACYC) y las nuevas intenciones de recuperar sus fondos, según un video publicado por el portal CubaNet.

El presidente de ACYC, José Manuel Pérez Andino, insistió en una conferencia de prensa que los extranjeros que quieran consagrarse en la isla, deben obtener una visa religiosa expedida por el Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX) y la membresía de la organización.

“Hay mucha desorganización religiosa en Cuba. Si vienes con visa de turista no puedes hacer cosas religiosas en Cuba. Si entras de turista y sales de Iyabó debes tener la visa religiosa para llevarte los santos recibidos. Todo el que entra para asuntos religiosos tiene que pasar por aquí (ACYC), esta es la matriz que representa nuestra religión en el mundo entero”, aseguró Pérez Andino.

El Ministerio de Relaciones Exteriores exige que los extranjeros que entren al país por motivos religiosos soliciten la Visa D-8.

“Se expide a los extranjeros religiosos y representantes de cualquier culto, religión o secta religiosa que viajen a Cuba para el ejercicio de su fe, siempre que se encuentren reconocidos, debidamente inscritos y autorizados para ello por la Oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central. Solamente podrán permanecer en el país el tiempo autorizado para la motivación de viaje y no podrán realizar otras actividades ajenas”, señala el documento oficial.

El babalawo Pérez Andino hizo un rosario de lo que les ha costado preparar este año el documento por el que se rigen iniciados y acólitos de la santería. La Letra del Año les habría hecho gastar unos 76.000 pesos cubanos y las arcas quedaron en solo 50 mil.

Sin llegar a la ceremonia misma, explica el sacerdote yoruba, debieron alimentar a dos centenares de personas. “Durante la preparación, nosotros servimos más de 200 comidas y meriendas”, indicó.

“Compramos 10 libras de cada grano. ¡Los melones! Cuando fuimos a comprarlos estaban cada uno a 300 pesos, las flores superaron los 1.300 pesos…”, concluyó Andino.

(Con información de CubaNet)