Hubo "un incendio de origen criminal" en la Casa de los Sindicatos, al margen de los enfrentamientos que también dejaron cuatro muertos según el ministerio del interior de Ucrania.
Treinta y ocho personas resultaron muertas durante el incendio provocado en un edificio en la ciudad de Odesa, (en el sur Ucrania) durante los enfrentamientos entre partidarios del gobierno de Kiev y militantes prorrusos, de acuerdo al Ministerio del Interior ucraniano.
Hubo "un incendio de origen criminal" en la Casa de los Sindicatos, al margen de los enfrentamientos que también dejaron cuatro muertos según el ministerio. "Murieron 38 personas, 30 de ellas intoxicadas por el humo y ocho al saltar de las ventanas", manifestaron fuentes oficiales.
Dentro de esta oleada de enfrentamientos, el desfile de unas 1.500 personas formado por seguidores de los clubes de fútbol de Odesa y Jarkiv (este) fue atacado por cientos de prorrusos armados con porras, piedras y explosivos sin que la policía pudiera detenerlos, informó AFP. Hubo cuatro muertos y 15 heridos tras los incidentes.
La ofensiva ucraniana para recuperar ciudades del este del país controlada por los insurgentes prorrusos ha desatado una nueva crisis en el país. Para el Kremlin, esta medida del gobierno interino en Kiev ha acabado con el pacto de Ginebra destinado a reducir los disturbios. Rusia ha declarado al respecto que seguirá tratando de frenar la violencia mientras su rival tiene poca capacidad para reavivarla.
El viernes, ucranianos y vehículos blindados bloquearon las carreteras principales de la ciudad oriental de Slovyansk al hacer la noche, justo en el núcleo de la insurgencia prorusa. Con apenas algunas tiendas abiertas, los clientes se aferraban en comprar todo lo posible para tener provisiones.
El presidente interino ucraniano, Aleksandr Turchynov, tuvo que admitir que "muchos" insurgentes fueron asesinados o heridos el viernes, así como la vulnerabilidad del ejército. Horas antes ya se había reportado el derribo de dos helicópteros ucranianos por los insurgentes con la muerte de dos tripulantes.
Las fuerzas ucranianas "no están listas"
"Hasta ahora las fuerzas de seguridad ucranianas no están listas para acciones militares de gran escala; además, ese tipo de acciones podrían provocar una invasión rusa", señaló el analista político Volodymyr Fesenko, quien trabaja en Kiev.
Odesa se había mantenido por el momento alejada del conflicto tras la caída en febrero del presidente Víktor Yanukóvych, a diferencia del oriente de Ucrania. Sin embargo, el viernes comenzaron los incidentes entre prorrusos y simpatizantes del gobierno en este importante puerto del Mar Negro, ubicado a 550 kilómetros (330 millas) de la revuelta en el este.
La ofensiva ucraniana "destruyó efectivamente la última esperanza para la implementación del acuerdo de Ginebra" para Dmitri Peskov, vocero del presidente ruso Vladimir Putin, quien agregó que Rusia "sigue emprendiendo esfuerzos constantes para reducir las tensiones".
Previamente, la canciller alemana Angela Merkel y el presidente estadounidense Barack Obama lanzaron la advertencia a Rusia de que podría recibir nuevas sanciones si continúan los disturbios en Ucrania. Hasta la fecha, las sanciones que ya han sido impuestas han producido importantes efectos en la economía rusa.
Hubo "un incendio de origen criminal" en la Casa de los Sindicatos, al margen de los enfrentamientos que también dejaron cuatro muertos según el ministerio. "Murieron 38 personas, 30 de ellas intoxicadas por el humo y ocho al saltar de las ventanas", manifestaron fuentes oficiales.
Dentro de esta oleada de enfrentamientos, el desfile de unas 1.500 personas formado por seguidores de los clubes de fútbol de Odesa y Jarkiv (este) fue atacado por cientos de prorrusos armados con porras, piedras y explosivos sin que la policía pudiera detenerlos, informó AFP. Hubo cuatro muertos y 15 heridos tras los incidentes.
La ofensiva ucraniana para recuperar ciudades del este del país controlada por los insurgentes prorrusos ha desatado una nueva crisis en el país. Para el Kremlin, esta medida del gobierno interino en Kiev ha acabado con el pacto de Ginebra destinado a reducir los disturbios. Rusia ha declarado al respecto que seguirá tratando de frenar la violencia mientras su rival tiene poca capacidad para reavivarla.
El viernes, ucranianos y vehículos blindados bloquearon las carreteras principales de la ciudad oriental de Slovyansk al hacer la noche, justo en el núcleo de la insurgencia prorusa. Con apenas algunas tiendas abiertas, los clientes se aferraban en comprar todo lo posible para tener provisiones.
El presidente interino ucraniano, Aleksandr Turchynov, tuvo que admitir que "muchos" insurgentes fueron asesinados o heridos el viernes, así como la vulnerabilidad del ejército. Horas antes ya se había reportado el derribo de dos helicópteros ucranianos por los insurgentes con la muerte de dos tripulantes.
Las fuerzas ucranianas "no están listas"
"Hasta ahora las fuerzas de seguridad ucranianas no están listas para acciones militares de gran escala; además, ese tipo de acciones podrían provocar una invasión rusa", señaló el analista político Volodymyr Fesenko, quien trabaja en Kiev.
La ofensiva ucraniana "destruyó efectivamente la última esperanza para la implementación del acuerdo de Ginebra" para el vocero del presidente Putin
La ofensiva ucraniana "destruyó efectivamente la última esperanza para la implementación del acuerdo de Ginebra" para Dmitri Peskov, vocero del presidente ruso Vladimir Putin, quien agregó que Rusia "sigue emprendiendo esfuerzos constantes para reducir las tensiones".
Previamente, la canciller alemana Angela Merkel y el presidente estadounidense Barack Obama lanzaron la advertencia a Rusia de que podría recibir nuevas sanciones si continúan los disturbios en Ucrania. Hasta la fecha, las sanciones que ya han sido impuestas han producido importantes efectos en la economía rusa.