Negociadores colombianos regresan a Cuba con optimismo

  • Agencias

Juan Manuel Santos estrecha la mano del líder de las FARC, Rodrigo Londoño, alias "Timochenko", tras la firma del acuerdo.

Las negociaciones en La Habana entraron en una nueva dinámica el pasado 23 de septiembre por la fijación de una fecha para llegar a un acuerdo final.

Los negociadores de paz del Gobierno colombiano viajaron este jueves a Cuba para retomar el viernes los diálogos con las FARC, nueve días después del trascendental anuncio en materia de justicia y con la misión de llegar a un acuerdo a más tardar en seis meses.

Las negociaciones en La Habana, que el próximo 19 de noviembre cumplirán tres años, entraron en una nueva dinámica el pasado 23 de septiembre no solo por el avance en justicia transicional, el asunto más delicado del proceso, sino también por la fijación de una fecha para la conclusión de los diálogos, cuya cuenta atrás ya comenzó.

La decisión del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y del máximo jefe de las FARC, Rodrigo Londoño, alias "Timochenko", es que los diálogos terminen en un plazo máximo de seis meses, con fecha ya marcada en el calendario, el 23 de marzo de 2016, lo que no impide que, si todo marcha bien, puedan acabar antes.

"Ya empezó a contar el tiempo y la jornada que comienza mañana seguramente marcará el ritmo que tendrán los diálogos de ahora en adelante", dijo a Efe una fuente cercana a la negociación.

Con el propósito de avanzar en los dos frentes que aún tiene abiertos el proceso, partió este jueves de Bogotá el equipo negociador del Gobierno, encabezado por Humberto de La Calle, quien tras los anuncios recientes dedicó los últimos días a explicar a la prensa y a los colombianos en general los alcances de lo acordado en el tema de justicia.

"Estamos en un muy buen momento en este largo proceso de negociaciones que es buscar poner fin a un conflicto y abrir una etapa de construcción de la paz firme y duradera. Hay un compromiso con una fecha concreta por parte de las FARC para comenzar el proceso efectivo de dejación de armas, 60 días después de la firma del acuerdo final", dijo el lunes en una inusual rueda de prensa en Bogotá.

Con ese optimismo viajó la mayor parte del equipo negociador a La Habana, donde este viernes se sumará al grupo el alto comisionado de Paz, Sergio Jaramillo, quien se reunió este jueves en Nueva York con el alto comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, Zeid Ra'ad Al Hussein.

La entrevista con el funcionario de la ONU hace parte de la campaña puesta en marcha por el Gobierno colombiano para explicar a sus ciudadanos y a la comunidad internacional la importancia de lo acordado recientemente con las FARC en Cuba, y el impacto que el fin del conflicto tendrá en el país, que el presidente Santos ha llamado "dividendos de la paz".

"Es realmente notable que Colombia haya llegado a este acuerdo", manifestó Al Hussein, según un comunicado del despacho de Jaramillo, quien le explicó el estado de las negociaciones y la creación de la Jurisdicción Especial para la Paz, que se encargará de juzgar los crímenes cometidos por guerrilleros, militares y civiles en el marco del conflicto armado.

En la nueva ronda de diálogos, las partes seguirán discutiendo los dos puntos pendientes de la agenda, el de víctimas y el de fin del conflicto.

El acuerdo sobre justicia transicional anunciado es el marco fundamental de un sistema más amplio, contenido en un documento de 76 páginas que aún está en discusión, por lo cual no se ha divulgado en el país, lo que ha generado múltiples críticas de algunos sectores que piden información más detallada de lo pactado.

La justicia es, a su vez, una de las vertientes del punto de víctimas, que incluye además los elementos de verdad, reparación y garantías de no repetición.

En ese apartado ya se acordó también hace unos meses la creación de una Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, pero quedan pendientes los elementos de reparación y garantías de no repetición que darán forma a un "sistema integral" para las víctimas.

En paralelo a los debate sobre víctimas siguen los del punto de "fin del conflicto", en el que una subcomisión de militares y de las FARC busca fórmulas para la dejación de armas y desmovilización de guerrilleros.

Lo que acuerde esta subcomisión será llevado luego a los negociadores plenipotenciarios, todo con el firme propósito de que, como tarde, en marzo próximo el país pueda entrar en la era de la paz.

Santos: "No voy a extraditar a miembros de las FARC"

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, afirmó el jueves en Nueva York que buscará negociar "lo más rápido posible" un "cese el fuego bilateral" con las FARC, dando la bienvenida al anuncio de su líder de "suspender" la instrucción militar de la guerrilla.

"Creo que esa es una movida muy bienvenida, es una demostración de que vamos por el camino correcto, y por eso debemos negociar lo más rápido posible el cese al fuego bilateral", afirmó Santos luego de reunirse con el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, al margen de la 70 Asamblea General de la ONU.

No hablamos de eso. Ellos entienden que yo no voy a extraditar a los miembros de las FARC porque entonces no tendría ningún sentido que se entreguen y que entreguen sus armas"

Santos se refería al anuncio del jefe máximo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas), Timoleón Jiménez o Timochenko, de ordenar "suspender" la instrucción militar para abocarse a la "formación política y cultural", en medio de un avanzado proceso de paz para terminar medio siglo de conflicto en Colombia.

El mandatario señaló por otra parte que no habló con Kerry sobre la decisión de no extraditar a miembros de las FARC a Estados Unidos, y aseguró que las autoridades de ese país "entienden" al gobierno colombiano respecto a este punto del pacto sobre justicia acordado con la guerrilla la semana pasada en La Habana.

"No hablamos de eso. Ellos entienden que yo no voy a extraditar a los miembros de las FARC porque entonces no tendría ningún sentido que se entreguen y que entreguen sus armas", dijo el mandatario en la puerta de la residencia del embajador colombiano de la ONU, donde se llevó a cabo el encuentro.

Santos afirmó que su paso por Estados Unidos significó una "gira muy positiva para el país", tras el compromiso con las FARC para cerrar un acuerdo definitivo en un plazo de seis meses, antes del 23 de marzo de 2016, luego más de tres años de negociaciones en Cuba.

El gobierno de Santos y las FARC, surgidas de una insurrección campesina en 1964 y con unos 7.000 combatientes según cifras oficiales, buscan acabar con un enfrentamiento interno que desangra a Colombia desde hace más de cinco décadas.

De su lado, Kerry felicitó a Santos por su "liderazgo" para "tratar de terminar 50 años de guerra" y aseguró que Washington seguirá colaborando con su socio por la paz.

"Quiero felicitar al presidente Santos por su liderazgo y nos complace tener un enviado especial con ellos para tratar de terminar 50 años de guerra", dijo.

Kerry destacó la "iniciativa" de Santos "para llevar esto a un cierre", y aseguró que Estados Unidos está "muy involucrado en el éxito del proceso y de Colombia".

Sobre el Plan Colombia, que cumple 15 años, el responsable estadounidense dijo que ha tenido un "impacto profundo" en la situación en el país sudamericano y explicó que el gobierno del presidente Barack Obama está trabajando para adaptarlo.

A través del Plan Colombia, Washington desembolsó más de 8.000 millones de dólares en ayuda militar contra los grupos insurgentes y narcotraficantes en el país suramericano.