NASCAR, ingenio y amor al deporte mantuvieron al automovilismo invicto en la pandemia

Jimmie Johnson. Mark J. Rebilas-USA TODAY Sports via Reuters.

La asociación automovilística estadounidense NASCAR concluyó su temporada 2020 y eso merece un gran elogio.

Cuando la actual pandemia COVID-19 comenzó a crear estragos en el mundo del deporte y las diferentes especialidades tuvieron que cerrar las puertas, el automovilismo también cayó víctima.

Lo que separó este último de todos los demás fue la actitud de los dueños de escuadras y la fuerte jerarquía que dirige las competencias. Ambas unidas con el único propósito de salvar la temporada y por ende el deporte.

Para debidamente apreciar el esfuerzo de NASCAR, tenemos que remontarnos al 13 de marzo y comparar lo que las diferentes ligas y competencias de equipos estaban haciendo en ese momento.

El béisbol, considerado el pasatiempo nacional, estaba culminando con los campos primaverales y preparándose para la inauguración de su temporada regular el 26 de marzo.

Las negociaciones entre los dueños de equipos, la unión de peloteros y la MLB fueron verdaderas batallas campales; que por meses amenazaron con cancelar la faena 2020. No pasaba un día en que las acusaciones y oprobios de los diferentes campos hicieran daño a tan respetado deporte.

Finalmente, después de tres meses de negociaciones solo pudieron organizar una competencia de 60 partidos que se iniciaría el 23 de julio para continuar con una post-temporada bastante anémica.

Por otra parte, el baloncesto profesional que contaba con una gran popularidad, también entró en crisis. Este se encontraba a solo un mes de concluir la campaña regular y comenzar los play-offs.

La NBA, que por años se ha caracterizado por geniales comisionados, Walter Kennedy, Larry O’Brien, David Stern y en la actualidad Adam Silver, no llegaba a un arreglo entre jugadores y los dueños de franquicias.

Por primera vez se sintió un decline en el liderazgo y visión de lo que hasta ese momento era una competencia admirada por el mundo entero. Por último, se trazaron en llevar a cabo una competencia calificatoria hacia la post-temporada en una ciudad “Burbuja” y la cual comenzaría en julio 30.

La liga de hockey sobre hielo, NHL, básicamente compite con la NBA con la excepción de tres o cuatro semanas más tempranas; por lo tanto, sus decisiones fueron muy parecidas, solo que las negociaciones fueron más calmadas que la del deporte del aro y la pelota.

La última liga en esta lista de comparaciones es la MLS y la cual rige las competencias de balompié en EEUU. Esta cesó su actividad el 20 de marzo después de haber comenzado su temporada regular el 29 de febrero.

Contrario a la MLB, NBA y la NHL esta organización no tuvo ningún tipo de escándalo público debido a negociaciones. Simplemente el 10 de junio dieron la noticia de que resumirían sus actividades regulares el 12 de agosto.

Después de presentar las calamidades y vicisitudes de las otras ligas regresamos al triunfo de NASCAR.

Criticada desde un principio, no le puso atención a la negatividad y se dió a la tarea de crear una competencia virtual. Una serie de siete carreras entre los corredores más famosos del pasado y del presente; todos desde sus hogares usando simuladores.

La serie completa fue transmitida en vivo a través de una cadena nacional de televisión. El propósito de esta competencia fue de llenar un vacío entre los amantes del deporte y los cuales respondieron positivamente.

Contrario a las otras ligas que todos los días salían con nuevas ideas, demandas y fechas tentativas para después tener que posponerlas o cancelarlas; NASCAR jamás anunció fecha de reanudación, hasta que estuvieron seguros y listos de que sus planes podían lograr una temporada completa y no reducida como resultó con las otras empresas.

Por fin, el 30 de abril, los organizadores presentaron públicamente el calendario del año y la primera carrera se llevó a cabo en nombre de aquellos que estaban combatiendo la pandemia en primer plano.

Más adelante también bajo críticas y controversias admitieron a los primeros mil fanáticos al estadio. Este evento fue en la pista de Homestead, al sur de Miami, y todos los invitados de honor eran militares.

Esta decisión le abrió las puertas a que los seguidores del deporte pudieran presenciar los espectáculos en persona. La cantidad que admitían era basada en las leyes del estado donde se celebraba la competencia.

El resultado de la planificación y el esfuerzo de sacar la temporada adelante; dejando detrás el ego, la vanidad y la avaricia ha sido un total éxito deportivo en EEUU.

La campaña 2020 concluyó este pasado domingo 8 y no pudo haber sido mejor planeada. Todas las fechas se cumplieron. No existieron escándalos y el final no se podía haber esperado de mejor manera.

La NASCAR despidió a su máxima figura de los últimos años, Jimmy Johnson, quién aparentaba dejar un gran vacío; pero afortunadamente, bajo la circunstancia de la pandemia, nació una estrella. El hijo de otra gran figura del pasado, Bill Elliott, que creció básicamente detrás del volante, se llevó la corona.