Muere en Miami protagonista de diálogo EEUU-Cuba 1978 que ayudó a excarcelar miles de presos políticos

El exiliado cubanoamericano Bernardo Benes

Este lunes murió en Miami a los 84 años el exiliado cubano Bernardo Benes Baikowitz, destacado abogado, banquero, periodista y líder cívico, quien fuera uno de los principales negociadores en 1978 del diálogo entre Estados Unidos y Cuba, que condujo a la excarcelación de miles de presos políticos del régimen de La Habana.

Documentos desclasificados por el Departamento de Estado de EE.UU. han revelado el fallido intento del expresidente Jimmy Carter (1977-1981) de lograr la apertura democrática en Cuba.

Ese primer intento oficial de descongelar las relaciones diplomáticas entre Cuba y EE.UU. fueron las gestiones que hizo a partir de 1978 Carter, en las cuales partició Benes, en aquel entonces, junto a un grupo de exiliados cubanos.

Benes nació el 27 de diciembre de 1934 en Matanzas, se graduó en la Universidad de La Habana de abogado y contador, y en 1960 se exilió en EEUU. En 1961 creó la congregación de judíos cubanos en Miami Beach. Fundó el Continental National Bank de Miami, la primera entidad bancaria cubanoamericana, y el United Way International, del cual fue vice presidente en Miami Dade desde 1965 a 1967.

El intelectual cubano Carlos Alberto Montaner, recuerda a Benes como “una persona absolutamente útil y leal a todos los cubanos”, refiriéndose a su protagonismo la liberación de unos 3,600 presos políticos cubanos, durante la presidencia de Jimmy Carter, a comienzos de 1979.

“Sacar a los 3, 600 presos de Cuba no fue una idea de él. Fue una idea del propio gobierno cubano y Benes supo utilizarla, y lo hizo con una absoluta transparencia. Se fue a Washington, habló con Carter y sacó a los presos de una manera que yo creo que fue la mejor posible”, dijo Montaner a Radio Televisión Martí ante la noticia de su deceso.

El escritor, periodista y analista político, precisó que al régimen de La Habana “le convenía sacar de Cuba a esas personas que le podían crear un problema potencial en las calles, porque eran presos a los que no podían convencer ni mucho menos, que estaban totalmente en contra del gobierno”.

“Y lo que hizo Benes fue solucionarles el problema a los presos. A mí me parece que les hizo un favor a todos los cubanos. Sólo tengo palabras de agradecimiento para él, por lo que hizo y significó para tantos de sus compatriotas”, enfatizó Montaner, autor de más de 30 libros, varios de ellos sobre temas relacionados con la historia de Cuba y el régimen castrista.

El también escritor y periodista cubano Alberto Müller conoció a Benes al triunfo de la revolución. “Él estaba muy vinculado a la lucha de todo ese proceso revolucionario. Y ahí hicimos una amistad, diríamos que incipiente. Pero la retomamos en 1977, después de que yo saliera del presidio político”.

“Cuando se produce la posibilidad de liberar a miles de presos políticos y a otros que estaban ya excarcelados, pero que no tenían posibilidad de salir de la isla, ahí entra el famoso grupo de los 75 del diálogo del 78, donde la gestión de Benes fue fundamental”, señaló Müller, quien cumplió 15 años de prisión política, padeciendo múltiples torturas, golpizas y atropellos, entre ellos un simulacro de su fusilamiento.

La liberación de aquellos miles de prisioneros políticos, cuyos primeros grupos salieron en 1979 “fue un fenómeno interesantísimo y positivo”, expresó Müller, autor de varios libros que retratan la naturaleza del castrismo, entre ellos Che Guevara valgo más vivo que muerto.

“Hay cubanos que lo criticaron por su participación en ese diálogo, y eso es discutible, pues una actitud polémica siempre será criticada y defendida. Pero debo decir que en Benes siempre vi al cubano que buscaba la libertad de su país, y se preocupó mucho por liberar del horror a los miles de presos que logró sacar de las cárceles de la isla”, subrayó.

Müller considera que es esencial señalar que la “mayor gravedad del preso político, que había sido liberado antes de este diálogo, o que ya estaba a punto de ser excarcelado, era que el régimen dictatorial de Fidel Castro no les dejaba salir hacia el exilio en búsqueda de una verdadera libertad”.

“Estamos hablando de miles de personas que no tenían salida, después de muchos años en prisión, con todo el sufrimiento, el maltrato y el horror que eso implicaba, que obviamente la más dramática y dolorosa de las prisiones fue la de nuestras mujeres, porque el régimen abusó hasta la saciedad de esa situación”, acotó el periodista.

Otros de los participantes en aquellas conversaciones en La Habana para liberar a los presos políticos fueron los hombres de negocios Carlos Dascal, socio empresarial de Benes, y José Orlando Padrón, fundador de la compañía Padrón Cigars, quien falleciera en diciembre de 2017 a los 91 años.

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Müller relató que, junto a Benes, se reunió en tres ocasiones con funcionarios del gobierno americano en la Sección de Intereses de EEUU en La Habana, entre ellos el delegado del FBI en esa oficina.

"Benes tenía una excelente relación con el gobierno americano y fue una pieza importante en aquella negociación que liberó a tantos cubanos”, destacó el exprofesor de Ética y Leyes del Periodismo en la Universidad de Miami.

“Mi recuerdo de Benes es de amistad, una relación que mantuvimos aquí en el exilio, siempre hablando de Cuba. Era un hombre obsesionado con que los cubanos pudieran salir de esa pesadilla que ha sido la dictadura castrista. Así lo interpreté y lo quise como un amigo”, manifestó el autor de los poemarios Tierra condenada y Tierra Metalizada y la novela Monólogo con Yolanda, entre otros títulos.

Sobre aquellas históricas negociaciones, Benes escribió junto a Robert M. Levine el libro Misiones secretas a Cuba (La verdadera historia del diálogo con Fidel Castro).

Misiones secretas a Cuba

Fue uno de los más exitosos empresarios cubanoamericanos que llegaron a EEUU en los años 60, al imponerse en su país el régimen comunista. Entre 1962 y 1974 se desempeñó como vicepresidente del Washington Federal Savings and Loan Association. Fue consultor de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), el Banco Interamericano de Desarrollo y las Naciones Unidas.

Recibió un Doctorado Honorario en 1968 por Biscayne College, hoy St. Thomas University. En 1969 la República de Panamá le otorgó la Orden de Vasco Núñez de Balboa por sus contribuciones humanitarias y en 1979 recibió la orden del Vaticano por la defensa de los Derechos Humanos. La Colección de la Herencia Cubana alberga sus documentos de 1956 a 1987 en la biblioteca de la Universidad de Miami, donde fue profesor adjunto.

Hasta el momento no se ha informado acerca de las ceremonias fúnebres de Bernardo Benes.