Un mes de prisión para uno de los hombres que sacaron a Yasiel Puig de Cuba

  • Agencias

Gilberto Suárez, a la salida de la Corte Federal de Miami.

Gilberto Suárez llegó a un acuerdo tras reconocer que recibió $2.5 millones cuando Puig llegó a Estados Unidos y firmó un contrato de siete años por $42 millones con los Dodgers.

Gilberto Suárez, el hombre que se declaró culpable de sacar de Cuba al astro de los Dodgers de Los Ángeles Yasiel Puig, fue sentenciado a un mes de prisión y cinco meses de arresto domiciliario con cargos de contrabando.

La condena tuvo lugar en una corte del sur de Florida, donde el juez de distrito Robert Scola impuso esta pena después que Suárez reconociera que había recibido $2.5 millones una vez que Yasiel Puig, ahora de 24 años, llegó a Estados Unidos en 2012 y firmó un contrato de siete años por $42 millones con los Dodgers. Documentos en poder de la corte pudieron constatar que el dinero provenía de un jugador de los Dodgers, aunque no dijeron que fuera el propio Puig.

Suárez se enfrentaba hasta a 10 años de prisión por conspirar para traer mediante métodos ilegales a extranjeros. Recibió una sentencia más leve como parte de un acuerdo tras admitir su culpabilidad en el mes de diciembre. Entonces, Suárez acordó entregar el dinero de su cuenta bancaria, una casa, un piso, un Mercedes-Benz del 2014 y tres pistolas.

Otro de los atenuantes de la sentencia fue que su participación en el contrabando se limitó a llevar a Puig desde la frontera de México a Texas en 2012. Suárez se encargó del pago, junto a otras personas, del viaje en bote del pelotero desde Cuba hasta México. Como contrapartida, los prestamistas recibirían una parte del contrato por siete años y $42 millones que el jardinero firmó posteriormente con los Dodgers.

Para materializar ese viaje, Suárez pagó $250.000 a un grupo conectado a un cartel mexicano de la droga que se encargó de su huida, de acuerdo a la acusación. Una vez en ese país, el pelotero alquiló un auto y condujo 1.200 km para poder cruzar a Estados Unidos en Brownsville, Texas, según el acuerdo de culpabilidad que firmó el sentenciado.

Tras esta condena, fuentes de las Grandes Ligas del béisbol estadounidense expresaron su preocupación por los casos de tráfico de personas, especialmente de peloteros cubanos, eludiendo cualquier responsabilidad por ello. El último de ellos fue el del pelotero de 27 años Rusney Castillo, quien firmó un contrato con los Medias Rojas de Boston por siete años y $72.5 millones después de desertar de Cuba.