Las sanciones están funcionando: Rusia siente la presión económica

Soldados rusos marchan el 5 de mayo de 2022, en Sebastopol, Crimea. (AP Foto).

La retirada de empresas y las sanciones impuestas en respuesta a la injusta guerra del presidente Vladimir Putin en Ucrania están debilitando profundamente la economía rusa, a pesar de que las afirmaciones de Putin y las estadísticas económicas del Kremlin dicen lo contrario, reporta Share America, plataforma del Departamento de Estado de Estados Unidos.

Más de 30 países han impuesto sanciones a Rusia, recortando importaciones de energía, bloqueando transacciones financieras y deteniendo envíos de importaciones clave, tales como semiconductores y otros productos electrónicos. Como resultado, más de 1.000 empresas extranjeras han paralizado sus operaciones en Rusia.

Las importaciones a Rusia han disminuido más del 50% este año. El gasto de consumo se ha desplomado y Putin tiene un déficit presupuestario. Sin duda, la economía rusa se enfrenta a las enormes repercusiones de la descarada guerra de Putin con Ucrania. Pero la maquinaria de propaganda del Kremlin está trabajando horas extras para mostrar una imagen ficticia de estabilidad económica, precisó Share America.

“Moscú ha estado seleccionando a su antojo datos económicos para apoyar la insistencia del presidente Putin de que todo está bien y que la economía de Rusia se mantiene fuerte”, dijo el secretario de Estado de Estados Unidos Antony Blinken a la prensa el 27 de julio en Washington. “Eso simplemente no es cierto”.

Un reciente análisis económico de la Escuela de Administración y Liderazgo Ejecutivo de la Universidad de Yale detalla el coste económico real de las sanciones internacionales y la retirada de empresas. A continuación, algunos datos clave que desmienten los últimos mitos del Kremlin sobre la estabilidad y el desempeño económicos del país.

MITO: Rusia puede simplemente reorientar las exportaciones de gas natural a Asia.

DATO: La infraestructura energética de Rusia limita el desplazamiento a Asia.

La exportación de grandes cantidades de gas natural a países no europeos no es una opción para Rusia a corto plazo. Más del 90% del gas ruso se transporta por gasoducto, y la mayoría de los gasoductos rusos están conectados con los mercados y las refinerías de Europa.

MITO: La economía rusa y el consumo interno son fuertes.

DATO: La presión económica limita el acceso de los rusos a los productos internacionales.

Rusia ha visto la retirada de empresas globales y marcas de lujo, y la pérdida de muchos de sus mejores y más brillantes trabajadores como resultado de las sanciones. Las ventas de autos extranjeros en Rusia han disminuido aproximadamente un 95%, afirman los autores del estudio de Yale en la revista “Foreign Policy”. Su análisis revela que la huida de la inversión extranjera ha provocado un éxodo masivo de 500.000 personas, la mayoría de ellas trabajadores altamente cualificados y formados.

Las sanciones, junto con la retirada de empresas y talentos, han creado un efecto dominó en la economía, que no hará más que crecer y agravarse con el tiempo. Mientras tanto, el gasto de consumo y las ventas al por menor han disminuído aproximadamente un 20% en el último año.

MITO: Rusia sustituye la reducción de las importaciones de Occidente por importaciones de Asia.

DATO: Las importaciones de Rusia han disminuido un 50%, incluidas las procedentes de China.

Mientras que las importaciones de Rusia en general han disminuido más del 50% este año, el valor de las importaciones de la República Popular China (RPC) también se redujo drásticamente, pasando de más de 8.100 millones de dólares al mes a 3.800 millones de dólares de enero a abril de 2022, según los autores del estudio.

La falta de suministros importados significa que los fabricantes rusos deben reciclar componentes tecnológicos que no pueden producir en el país. Rusia ha utilizado microchips extraídos de frigoríficos y lavaplatos en equipos militares. En el país, los directores de compras están reduciendo los nuevos pedidos y los consumidores carecen de acceso a productos que antes formaban parte de sus vidas.

MITO: El Kremlin dispone de mucho dinero y puede confiar en las reservas de efectivo.

DATO: Las reservas agotadas de Putin no pueden sostener la economía rusa.

Las pasadas exportaciones de energía de Rusia permitieron al Kremlin amasar una importante riqueza soberana. Ahora la mitad de esos fondos están congelados en el extranjero, gracias a las restricciones que Estados Unidos, Japón y los socios europeos impusieron en respuesta a la continua agresión de Putin.

El valor de las reservas de divisas restantes de Putin se ha desplomado en 75.000 millones de dólares desde la invasión del 24 de febrero. Y aunque Putin afirma que el rublo sigue siendo fuerte, el análisis de Yale muestra que el Kremlin está inflando artificialmente la moneda rusa con restricciones que “hacen de hecho imposible para cualquier ruso comprar legalmente dólares o incluso acceder a la mayoría de sus depósitos en dólares”.

“Los titulares que sostienen que la economía rusa se ha recuperado simplemente no son reales”, concluyen los autores. “Los hechos son que, según cualquier métrica y a cualquier nivel, la economía rusa se tambalea”.

Aunque Putin insiste en que todo va bien, los datos demuestran lo contrario. El coste económico de las sanciones es real y significativo, concluyó Share America.