Las nuevas medidas en Cuba: "Ahora los ministros quieren convertirse en mulas"

Vista de la Zona Franca de Colón en Panamá (Foto: Elmer Martínez/AFP).

Economistas y activistas dentro y fuera de Cuba ven las nuevas medidas anunciadas por el gobierno cubano como un golpe a la iniciativa privada, como un esfuerzo para controlar las remesas que llegan del extranjero y como otra prueba de la incapacidad del régimen para auspiciar una economía próspera.

“Ahora los ministros quieren convertirse en mulas”, le dijo la cuentapropista habanera Rebeca Monzó al presentador y periodista de Radio Martí Tomás Cardoso. “No creo que eso vaya a progresar, no creo que vaya a tener éxito. Por eso [este país] está estancado; por eso aquí nada progresa ni se desarrolla, y esto tampoco se va a desarrollar”.

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'Ahora los ministros quieren ser 'mulas'

Hay demasiadas preguntas sin responder, advierte la economista Martha Beatriz Roque. Pero lo que sí está claro para ella es que quieren cortarle a la gente la posibilidad de tener dinero, “porque todo el que tiene dinero se separa completamente de la política del gobierno”.

Desde Madrid, el también economista Elías Amor ve las nuevas medidas como parte de un mismo y recurrente plan represivo contra la acumulación de riqueza fuera del gobierno, y como una ventana abierta a la Seguridad del Estado.

“Desde 1959, cada vez que el régimen comunista de Cuba ha visto un conato de actividad económica y de riqueza, pues simplemente lo ha exterminado”, declaró el experto. “Ya ocurrió con nuestros abuelos al principio de la revolución, cuando perdieron todo lo que tenían; luego en los años 80 con los macetas; después en los 90 con los agricultores que tuvieron un desarrollo importante, sobre todo en el periodo especial”.

Y ahora, manifiesta, contra los que salen del país a buscar lo que no encuentran en Cuba.

“Se echan encima de esos que llaman de manera un poco despectiva “mulas”: a mí me gusta llamarles emprendedores comerciales, porque son personas que están dando un magnífico servicio a la población”, le dijo Elías Amor a Cardoso.

Portada reciente de 'Guamá', la parodia de 'Granma' que hace el incisivo caricaturista cubano Alen Lauzán, residente en Chile (Reproducida con permiso del artista).

Porque lo que dice el ministro de Economía, de que ahora los cubanos van a comprar los electrodomésticos fabricados por las empresas estatales cubanas, es difícil de creer, indica el experto.

“Yo no sé qué van a comprar, pues son aparatos de calidad deficiente, y a ningún cubano en su sano juicio se le ocurre comprar una nevera o un televisor de plasma fabricado en Cuba”, observa el economista.

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'Exterminar los conatos de riqueza económica'

"Ahora el cubano que necesite un frigorífico o un televisor tendrá que ir a un agente comercial contratado por una empresa estatal que tenga la licencia de importación; es decir, va a acabar cayendo en manos del estado, y tendrá que pagar la operación con una tarjeta electrónica referida a una cuenta corriente en divisas abierta en uno de los bancos controlados por el Estado.

“En definitiva, el cubano que vaya a comprarse un plasma por este procedimiento, lo primero que debe saber es que está facilitando sus datos económicos a un banco que es una oficina del Estado, que puede poner esa información a disposición de la Seguridad del Estado”, observa el analista, “y como sabemos que en Cuba el respeto a la información individual es inexistente, esto supone abrir un espacio que a muchos cubanos les puede preocupar".

Muchas de las operaciones que venían realizándose hasta ahora no se van a realizar, y el objetivo de recaudar ingresos que pretende conseguir el gobierno cubano tampoco se va a lograr, pronostica.

Pasajeros esperan el chequeo de Aduana en el Aeropuerto Internacional José Martí, Foto Archivo AFP/Adalberto Roque.

“Son medidas que no responden a ninguna razón de tipo económico y que van en contra de lo que necesita la economía cubana”, manifiesta el economista. “Me atrevo a decir que este es el primer paso de un proceso de recentralización o de estatización que emprenden las autoridades comunistas, y que esos pequeños espacios que se han ido abriendo para el desarrollo de la actividad económica privada en Cuba están en peligro”.

El experto cree que el régimen cubano ya tiene un plan perfectamente diseñado para ir volviendo a extender los tentáculos del estado comunista en la economía.

Las mulas, tal y como las conocemos, van a desaparecer, y el negocio asociado a esta actividad pasa a ser controlado en este momento por el estado, que se hará con las divisas –que van a ser menores— y tendrá que hipotecar subsidios del presupuesto del estado –no sé de donde los van a sacar—para acometer estas medidas”, dice. “Pero en definitiva se han salido con la suya”.

Ejercen un control total y absoluto sobre la economía, y con esto lo que están impidiendo es que los cubanos mejoren sus condiciones de vida, añade.

“Van en contra de las tendencias de todas las economías del mundo, y lo van a pagar caro”, anticipa el economista.

Martha Beatriz Roque: "Control al estilo totalitario"

“En Cuba comprar un equipo electrodoméstico era acudir a un programa semanal que sale en El Paquete, donde venden de todo. [...] Comprar un refrigerador en Cuba era algo tremendo, tenías que hacer colas y era tremendamente caro.

“Esto dio lugar a que el cubano, que es tan emprendedor, se le ocurriera salir fuera del país, a países como Panamá, que además le facilitó la visa para comprar cosas. La cantidad de dinero que el cubano gastaba en Panamá era un desperdicio para el gobierno, porque no le entraba al gobierno, sino [que] le entraba a los panameños.

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´Demasiadas preguntas sin responder'

“Ellos decidieron cortar ese desperdicio y controlarlo al estilo totalitario. Eso explica lo que está pasando: no le van a permitir a nadie salir a comprar equipos fuera, traerlos importados y venderlos en el país”.

Las reexportaciones a Cuba desde la Zona Libre de Colón en 2018 sumaron 335 millones de dólares, muchos de ellos de las compras que iban a hacer allí los cubanos.

“Primero tienes que abrir una cuenta bancaria, esperar que te den la tarjeta magnética, y después ir a comprar. Incluso, ya están advirtiendo que si necesitas que te devuelvan el dinero no va a ser en efectivo: va a ser a través de la tarjeta magnética.

Hay muchas preguntas: "¿esa tarjeta magnética te permite sacar dinero del banco, o simplemente es para hacer compras en las tiendas habilitadas al efecto? En estos momentos van a ser tres, una en Santiago de Cuba y dos aquí en La Habana, pero después dicen que son más de 70.

Una mujer habla por teléfono frente a dos negocios privados de venta de artesanías en La Habana (Cuba).

¿De dónde van a sacar tanta mercancía? Pienso que la van a sacar también de Panamá. La irán trayendo a precios baratos, y después la venderán aquí a precios más altos. El problema es uno: cortarle a la gente la posibilidad de tener dinero, porque todo el que tiene dinero se separa completamente de la política del gobierno.

“El que tiene dinero no agacha la cabeza. [...] Por consiguiente: hay que acabar con el que tiene dinero.

“Hay que seguir de cerca el cambio de la divisa dentro del país, porque el dólar tiende a aumentar de valor, y probablemente pase del uno por uno para hacerse más caro que el CUC.

“Una pregunta que hay que hacerse: ¿la Western Union aceptará pagar aquí en dólares? A nadie que le manden dinero por la Western Union le va a venir bien que se lo den en CUC, porque no lo puede ingresar en la cuenta bancaria.

“Es un error muy grave el que ha cometido la dictadura. Los asesores económicos que tiene este régimen quieren hundirlo”.

Pedro Acosta: "El que bandido nace, bandido muere"

Acosta fue dueño de la paladar Doña Ceci, en La Habana.

“El que bandido nace, bandido muere, y este Estado desde que tomó el poder nacionalizó, intervino, se apoderó de todo lo que quiso, y sigue actuando así. Son unos mercachifles, estafadores del pueblo.

“Estas medidas no resuelven nada. Ellos no lo han hecho de buena fe: lo han hecho por una necesidad de lo que se estaba fugando. Pero al final, como todo, les va a salir mal.

“Siguen robando. Al final, nuestro honroso vicepresidente dijo que con ese dinero se pensaba financiar el desarrollo del país, o sea: robando de las remesas que recibe el pueblo es que piensan desarrollar el país. Es irrisorio: lo que no han hecho en 60 años no van a hacerlo en 20 ni en 30 ni en 40.

“No pienso que la medida resuelva nada: al contrario, lo que va es a agravar la situación y complejizarla aún más”.

Rebeca Monzó: "Va a ser un desastre"

“El gobierno quiere hacerse de las divisas de la manera más fácil y más cómoda para ellos, que es quitándoselas a los cubanos. Allá quien abra esa cuenta y se decida a que el gobierno lo manipule. Estoy segura de que al final va a ser un desastre, porque van a estar manipulando el dinero de las personas, que no van a saber nunca cuánto dinero tienen.

“Estoy segura de que eso va a durar poco tiempo: allá los cubanos que se arriesguen a que sus familiares les depositen el dinero en una cuenta bancaria, y el gobierno manipule ese dinero como le dé la gana”.

Yoel Espinosa Medrano: "Nunca vamos a salir adelante"

Espinosa es periodista independiente

“Hay una frase de los muñequitos de Elpidio Valdés: ‘Eso habría que verlo, compay’. Si aquí dentro de la isla el gobierno cubano no es capaz de abastecer un refresco al mercado interno, ¿cómo va a poder hacer con toda esa [mercancía], que se necesita dinero fuerte para adquirirla?

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'Nunca vamos a salir adelante'

“Hasta el momento se ha demostrado la incapacidad del sistema económico socialista para mantener un país. Siempre vamos a estar ahogados sobre la piedra, mientras el Estado no cambie su mentalidad de darle entrada a la inversión extranjera para que tenga su dividendo y a la vez el estado cubano obtenga su ganancia. Mientras ellos quieran acapararlo todo, monitorear todo y saberlo todo de los negocios, nunca vamos a salir adelante.

“Hay una incertidumbre grande. De esos 300 millones que se fueron a Panamá en este 2019, hay unos cuantos millones que todavía están esperando entrar a Cuba en mercancía [por barco o por avión]. Y el precio que tienen se diferencia de lo que piensa ofertar el gobierno”.