Histórico: Conservadores, liberales y socialistas condenan en la Eurocámara la represión en Cuba

Un periodista fila la sesión plenaria del Parlamento Europeo. JULIEN WARNAND / POOL / AFP

Las tres grandes corrientes ideológicas del Parlamento Europeo se unieron este jueves en una votación histórica para condenar “en los términos más enérgicos la extrema violencia y represión” en Cuba contra manifestantes, defensores de los derechos humanos, periodistas y artistas tras las protestas del 11 de julio.

En una compleja votación, los socialistas apoyaron algunos artículos de la resolución presentada por los grupos conservadores y liberales de la cámara.

Así, la socialdemocracia europea accedió a condenar la represión gubernamental tras el 11J (640 votos a favor, 37 en contra y 9 abstenciones). Además, se unió a una petición sobre “la imperiosa necesidad de que las autoridades cubanas escuchen y respondan a las demandas de derechos civiles y políticos, y de libertad y democracia” (609-42-36).

Socialistas, liberales y conservadores también exigieron a La Habana “entablar un diálogo nacional inclusivo hacia un proceso de modernización y democratización del país, tomar las medidas necesarias para emprender reformas económicas internas” y “asegurar que se cumplen los derechos políticos, civiles, económicos, sociales y culturales de la población y se brinda una respuesta efectiva a la pandemia de COVID-19”.

El último de los temas pactados por la aplastante mayoría (604-46-36) pide “a las autoridades cubanas que cumplan con las recomendaciones de la CIDH y del Alto Comisionado de la ONU”, y que La Habana permita el acceso a los relatores especiales de la ONU para la libertad de opinión y expresión y sobre la situación de los defensores de los derechos humanos.

La resolución final, que incluye los artículos pactados y otros con medidas puntuales, fue aprobada ampliamente con 426 votos a favor, 146 en contra y 115 abstenciones.

De este modo, el Parlamento Europeo pide al Consejo de la UE que “adopte sanciones contra los responsables de violaciones de derechos humanos en Cuba, lo antes posible”.

Un debate favorable a libertad de Cuba

“Pedimos a la Unión Europea la activación del artículo 85 del Acuerdo, para convocar al consejo conjunto, puesto que nos enfrentamos a una situación de urgencia”, afirmó en el primer turno el eurodiputado Leopoldo López Gil, del Partido Popular Europeo.

La checa Dita Charanzová, vicepresidenta del Parlamento Europeo, lamentó la inacción del bloque comunitario y planteó que “Europa tendría que estar apoyando a los cubanos”.

“Tiene que haber consecuencias. Es hora de suspender el Acuerdo con Cuba. Es hora de sancionar a los violadores de los derechos humanos y de aplicar la Ley Magnitsky de la Unión Europea”, indicó.

En representación del grupo Conservadores y Reformistas Europeos, el diputado Hermann Tertsch insistió en suspender el Acuerdo entre Bruselas y La Habana, porque “solo ha traído mayores privilegios y más dinero para la mafia que gobierna Cuba”.

“Ser contrarrevolucionario es un derecho”

Una de las intervenciones más interesantes la protagonizó el socialista Nacho Sánchez Amor, quien, a contracorriente de su partido, criticó duramente al régimen cubano y reivindicó la utilización del Acuerdo de Diálogo Político para abordar los problemas.

Un sistema de partido único en el siglo XXI es una anomalía histórica, es un sistema no democrático. Ser contrarrevolucionario es un derecho y, por tanto, hay derecho a pensar, a opinar y a expresarse pacíficamente”, afirmó el eurodiputado del PSOE.

Sánchez Amor también cuestionó la orden de Miguel Díaz-Canel de enviar “a unos ciudadanos contra otros en la calle”, porque “es una tremenda irresponsabilidad”.

“Para nosotros, el Acuerdo de Diálogo Político sigue siendo la mejor opción, pero no para ponerlo en una hornacina y que no sirva para nada, [sino] para usar todos sus mecanismos. Por ejemplo, el Decreto 35 y la Resolución 105 tienen que ser puestos por la Unión Europea en la agenda del próximo diálogo con Cuba”, concluyó.

Desde el bloque de la izquierda se presentaron otras consideraciones, casi todas con alusiones críticas al embargo de Estados Unidos.

El eurodiputado Javi López, del grupo socialista, pidió respeto para los manifestantes en Cuba y reivindicó el papel del diálogo: “Queremos acompañar las necesarias reformas, sin injerencias. Reformas democráticas y en términos de apertura económica, pero eso solo se va a poder hacer respetando y protegiendo el Acuerdo”.

“Ustedes nos trasladan un relato de ficción en el que denuncian una brutal represión contra manifestantes pacíficos. Hablan de detenciones arbitrarias, desapariciones, tortura y no sé cuántas cosas. Pareciera que están hablando de Colombia, Guatemala, Honduras”, dijo por su parte el diputado comunista Manu Pineda.

Mientras tanto, José Ramón Bauzá, del grupo Renovar Europa, cuestionó las posiciones dilatorias de la izquierda: “Los cubanos no tienen alimentos, no tienen medicinas. A los cubanos se les caen literalmente sus casas sobre sus cabezas, y ustedes siguen sin apoyar las resoluciones mayoritarias de esta cámara. ¿Qué necesitan esperar? Es el momento de actuar para evitar el sufrimiento”.

Borrell, ausente

Curiosamente, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, no estuvo presente en el debate, debido a que no suele participar en todas las convocatorias urgentes, según fuentes en Estrasburgo. En su lugar, cerró el tema la sueca Ylva Johansson, comisaria europea de Asuntos de Interior.

“Los cubanos pidieron libertad de expresión, de prensa, más derechos civiles y sobre todo democracia. Hemos denunciado los arrestos y hemos pedido a las autoridades que respeten los derechos humanos y las libertades. Además, nos preocupa la nueva legislación, diseñada para coartar la libertad en internet”, indicó la representante del ejecutivo comunitario.