Exjefe de campaña de Trump, acusado de lavar dinero, viajó a Cuba en 2016

Paul Manafort, exjefe de campaña del presidente estadounidense Donald Trump, sale del juzgado en Washington, DC (EE.UU.)

Fiscales federales revelaron que Paul Manafort, a quien también se acusa de fraude y conspiración contra Estados Unidos, tenía tres pasaportes y números telefónicos y correos electrónicos bajo nombres falsos.

Paul Manafort, quien fuera por varios meses jefe de la campaña electoral del presidente Donald Trump, y ahora se enfrenta a la justicia estadounidense, viajó a La Habana, Cuba, entre otros destinos que visitó en los últimos doce meses usando indistintamente varios pasaportes estadounidenses, al menos dos bajo nombres falsos.

Manafort y su socio de negocios y subordinado en la campaña de Trump, Rick Gates, se entregaron a la justicia el lunes después de ser acusados de 12 cargos que incluyen conspiración contra Estados Unidos, fraude fiscal y lavado de dinero, derivados de su trabajo para el expresidente ucraniano Víktor Yanukovich, cercano al presidente ruso, Vladimir Putin.

El viaje a la isla salió a relucir en un escrito de la Fiscalía federal que cita las diferentes escapadas de Manafort al extranjero para demostrar que el acusado es un viajero frecuente, que podría darse a la fuga para escapar de los cargos de los que le acusa el fiscal especial, Robert Mueller, y solicitar que se le mantenga en prisión domiciliaria.

Mueller encabeza una investigación sobre la presunta injerencia de Rusia en los comicios de 2016 en Estados Unidos y los posibles lazos de la campaña de Trump con el Kremlin.

Los documentos de la fiscalía revelan que Manafort, de 68 años, tenía tres pasaportes y había presentado solicitudes para 10 más en los últimos años. También, que con esos pasaportes logró viajar en 2016 a Dubái, Cancún, Ciudad de Panamá, La Habana, Madrid, Shanghái, Tokio y las islas Caimán.

Además, tanto Manafort como Gates viajaron varias veces a Chipre, donde los acusados escondían "muchas" de sus cuentas bancarias en el extranjero. En marzo de este año, el propio Manafort registró un número de teléfono y una cuenta de correo electrónico bajo un alias y los usó para viajar a Ecuador el 9 de mayo, a China el 23 de mayo y a México en junio de este año, según figura en el escrito de la Fiscalía.

Los fiscales apuntan asimismo que los activos financieros de Manafort son "sustanciales", pero "confusos".

"Por ejemplo, en noviembre de 2016 y enero de 2017, declaró que sus activos valían aproximadamente $ 25 millones. En agosto de 2016, los evaluó en $ 63 millones, y en otro formulario, en agosto de 2016, declaró $ 28 millones", dicen los documentos.

Los procuradores arguyen que ambos mintieron repetidamente al gobierno, a abogados, contadores de impuestos y contables para promover su plan de canalizar millones de dólares desde el extranjero a los Estados Unidos.

Los dos usaban supuestamente cuentas opacas en el exterior para ocultar el origen ilícito de hasta 75 millones de dólares, que habrían obtenido principalmente del gobierno prorruso de Yanukovich y oligarcas rusos, a los que ayudaron, por ejemplo, a mejorar su imagen en Estados Unidos.

Solamente Manafort habría blanqueado hasta 18 millones de dólares para comprar lujosas propiedades en Nueva York, Virginia y Florida.

Los cargos en contra de Manafort y Gates no están relacionados con las actividades que llevaron a cabo para la campaña de Trump, pero revelan importantes lazos con Rusia entre 2006 y 2017, un periodo que se superpone con el trabajo de los dos sospechosos para la campaña presidencial.

El Presidente señaló en una entrevista telefónica publicada por el New York Times el miércoles que en la acusación no se le menciona. “No tiene nada que ver con nosotros”, dijo.

Manafort se sumó a la campaña en marzo de 2016 y la dirigió entre mayo y agosto, cuando tuvo que dimitir tras descubrirse que había recibido 12.7 millones de dólares por asesorar a Yanukovich.

(Redacción Rolando Cartaya, con información de New York Post, NYT, CNN, Reuters y AP)