Embajador checo asegura que en Cuba aún son mirados con sospecha

Vladimir Eisenbruk (primero a la izq.) en conversaciones con el Viceministro de Relaciones Exteriores, Rogelio Sierra Díaz (der.).

Veintisiete años después de la Revolución de Terciopelo, la República Checa volvió a tener un Embajador en Cuba.

Además del que tuvo lugar desde diciembre de 2014 con Estados Unidos, en las relaciones bilaterales de Cuba ha venido ocurriendo otro deshielo, si bien más discreto, igualmente espinoso.

Tras una pausa de casi tres décadas, La Habana dio luz verde el año pasado a la designación por la República Checa de un Embajador (hasta entonces solo había un Encargado de Negocios), y los vínculos congelados después de la Revolución de Terciopelo checoslovaca de 1989 han mejorado notablemente.

Eso aseguró el diplomático acreditado, Vladimir Eisenbruk, en una entrevista con Radio Praga al margen de un cónclave de embajadores del país centroeuropeo.

Como ejemplos del mejoramiento Eisenbruk citó las visitas a la isla de los titulares checos de Salud y Agricultura el año pasado, y la del ministro de Industria y Comercio, prevista para octubre. Abogó por que Cuba envíe a Praga representantes del mismo nivel.

Sin embargo, matizó que las relaciones bilaterales siguen lejos de ser idílicas, y señaló que los enviados checos aún son mirados con sospecha por los cubanos.

“La situación ha mejorado bastante, aunque los cubanos siguen mirándonos con sospecha. Pero hemos iniciado una nueva etapa. Yo soy de hecho el primer embajador checo en Cuba, porque antes teníamos ahí la representación solo a nivel de encargados de negocios”, dijo el diplomático.

Fidel Castro organizó en abril del 2000 una marcha del pueblo combatiente ante la Embajada checa, debido a la posición crítica de Praga ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.

La Embajada checa fue quizás la única sede diplomática en La Habana, aparte de la de EE.UU, contra la cual Fidel Castro organizó una de sus “marchas del pueblo combatiente” (de repudio). Sin embargo, no fue mencionada entre las embajadas “con una alta actividad de subversión” en una conferencia privada ofrecida en febrero por el Primer Vicepresidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, ante militantes del Partido Comunista.

Pero la posición de principios que ha mantenido Praga en estos 30 años respecto a los derechos humanos en la isla (incluidos los foros de la ONU sobre el tema, y el reconocimiento y formación de los defensores cubanos de los derechos humanos),no ha cambiado, ni cambiará, reiteró Eisenbruk a Radio Praga .

La República Checa, dijo, “no piensa rectificar las relaciones con Cuba a expensas de la defensa de los Derechos Humanos” en el país caribeño.

“Seguimos con la política que hemos mantenido durante las últimas décadas. Las cosas han cambiado un poco, ya no tenemos la Posición Común de los países de la Unión Europea. Sin embargo, fue firmado el acuerdo de cooperación y diálogo político entre Cuba y la UE, así que ya tenemos mecanismos para hablar también de los Derechos Humanos(…) Nosotros tenemos unos proyectos para apoyar a la sociedad civil y espero que los mantengamos en el futuro”, expresó

El representante checo en La Habana se mostró optimista en cuanto a reanimar con Cuba los excelentes vínculos económicos del pasado:

“Intentamos restablecer los vínculos que hemos tenido en los años 70 y 80, porque muchas fábricas de la isla fueron construidas por empresas checas. Creo que tenemos buenas oportunidades para renovar esas instalaciones, ya que la gran mayoría de ellas necesitan una remodelación”.

Dijo el enviado que al mejoramiento de las relaciones económicas bilaterales debería contribuir además el pago de la deuda cubana que se remonta a los tiempos de la Checoslovaquia socialista y que asciende a unos siete mil millones de dólares. Últimamente se especulaba que Cuba podría pagar parte del débito con medicamentos y ron.

Cuba ha renegociado sus elevadas deudas con el Club de París y países como Rusia, México y Japón, obteniendo la condonación de grandes porciones del adeudo, y en el caso de Rusia, la reinversión de los pagos restantes en proyectos conjuntos para la economía isleña.

Eisenbruk, que ha sido antes embajador de su país en Perú, México y Costa Rica, destacó a Radio Praga que lo que más le ha impresionado en lo que lleva de misión en Cuba es “la calidad humana (…) porque la gente común y corriente es extremadamente amable y educada”; y la música “que no conocía tanto y que es una de las mejores de toda América. Además, yo no bailo tanto, más bien mi esposa, y ella dice que los cubanos son los mejores bailarines que ha visto. ¡Y si ella lo dice, debe ser así!”.

[Redactado por Rolando Cartaya a partir de una entrevista de Radio Praga]