El skate en Cuba protagoniza película que se estrenará en verano

Skaters practican en Cuba.

El documental sigue los pasos de Yojani Pérez Rivera, conocido como “Mamerto”, y su vida diaria junto a amigos que practican el skate en La Habana sin recursos, pero mucha imaginación y cargados de pasión por esta deporte.
El fenómeno del skate en Cuba gana adeptos. En los últimos tiempos la afición a este deporte urbano y callejero que se practica fundamentalmente en La Habana y otras ciudades de cierta extensión ha llamado la atención de cineastas y promotores de iniciativas para fomentar los monopatines en la isla. Desde hace años funciona, desde Washington DC, Cuba Skate, una organización que promueve una iniciativa solidaria para llevar material y fomentar la cultura entre skaters de un lado y otro.

A través de distintos viajes que realizan a Cuba regularmente realizan una agenda en la que no faltan concentraciones para practicar en las calles, reuniones entre apasionados y, sobre todo, distribuir las donaciones que consiguen desde Estados Unidos fundamentalmente.

Fruto de este esfuerzo además se está ultimando la finalización de un documental en el que Cuba Skate pretende mostrar al mundo cómo se rompen las barreras por medio de iniciativas como ésta, y cómo los cubanos son capaces de practicar un deporte sin recursos dentro de un país tan blindado a algo tan norteamericano como esto.

Otra idea similar es la que llevó a cabo recientemente el camarógrafo estadounidense Gaston Blanchet, quien se atrevió a filmar la historia de uno de los jóvenes skaters cubanos en un cortometraje que entró en concurso en mayo en la web #LIVINGOFFTHEWALL y que ya se puede ver a través de la plataforma Vimeo, la cual lo ha colocado en su lista de nominados para otro de sus certámenes.

El documental sigue los pasos de Yojani Pérez Rivera, conocido como “Mamerto”, y su vida diaria junto a amigos que practican el skate en La Habana. Al margen del interés cultural o técnico que pueden tener para los aficionados, el hilo principal del argumento se centra en cómo son capaces de desarrollar esta actividad sin recursos en un estado aislado de influencias externas; sobre todo humaniza personajes como éstos, que tratan de cambiar la perspectiva de deportes de este tipo en Cuba.

Parte de los aficionados filmados en el documental Cuba Skate.

Los esfuerzos de Gaston Blanchet coincidieron en su momento con los anteriormente citados de Cuba Skate, en cuyo proyecto también cuenta con “Mamerto” como uno de los protagonistas del film y una de los ejemplos de jóvenes que buscan más allá de las escasas posibilidades que encuentran en su país.

En una entrevista concedida recientemente a la web GrindTV.com, el promotor de esta idea y realizador del proyecto, Miles Jackson, cuenta que el germen de su organización se gestó cuando permaneció en Cuba durante tres meses en 2010 con una beca de estudios. En ese periodo conoció a skaters locales con los que entabló una fuerte amistad pero con los que sobre todo aprendió “más de la vida en Cuba y cómo la gente trabaja tan sólo con lo poco que tiene”.

Cuando regresó a Estados Unidos, la idea de ayudarlos y de poner un grano de arena para promover un nuevo deporte en Cuba le motivó más aún. El hecho de que en la isla no existiera ni una sola tienda de skate ni forma de encontrar repuestos, le condujo además a crear el sistema de donaciones con el que lleva material y consigue fondos para el documental.
Para Jackson, “hacer más con menos” en un ejemplo de la filosofía del cubano. Y el skating es representativo de esa máxima, pues los aficionados consiguen llevarlo a la práctica sin nada
Para Jackson, “hacer más con menos” en un ejemplo de la filosofía del cubano. Y el skating es representativo de esa máxima, pues los aficionados consiguen llevarlo a la práctica sin nada. Gracias a una iniciativa de crowdfunding comenzaron la filmación del film y hoy está en su última fase, con la esperanza de que salga a la luz en verano.

Además de este objetivo, Cuba Skate aspira según sus propias palabras a construir un recinto en la isla especialmente preparado para entrenamientos y la diversión de los aficionados. Para ello espera contar con financiación privada mediante acuerdos con entidades como la Tony Hawk Foundation, Rob Dyrdrek o California Skateparks. Hasta la fecha ya cuenta con más de 50.000 dólares recaudados.