El Sexto: Artistas cubanos cómplices del castrismo

  • Agencias

El grafitero opositor cubano Danilo Maldonado, "El Sexto".

"Gran parte de la culpa de que este sistema haya llegado tan lejos es de los artistas", dice convencido el grafitero El Sexto, días antes de su primera exhibición en Miami.

El grafitero cubano conocido como "El Sexto" afirma a Efe que Cuba sólo va a cambiar cuando "la gente despierte por dentro".

A una semana de la inauguración de su primera exposición en Estados Unidos, patrocinada por la galería londinense Pollock y la Fundación de los Derechos Humanos de Estados Unidos, Danilo Maldonado está asombrado de vivir un "sueño" pero también piensa que es consecuencia de sus esfuerzos.

En la Market Gallery de Miami, El Sexto presentará obras creadas en Holanda, Cuba y Estados Unidos. La colección incluye 40 dibujos hechos en la cárcel.

El título de la exposición: Pork (puerco en inglés).

"La culpa es de George Orwell", dice con humor.

Maldonado, de 32 años, pretendió hacer en Cuba un performance basado en Rebelión en la granja, la sátira de Orwell sobre el estalinismo en la que los animales se levantan contra el granjero bajo el liderazgo de los cerdos, los cuales acaban pervirtiendo las nuevas reglas e imponiendo su poder.

En la Navidad de 2014, El Sexto fue detenido antes de soltar en La Habana dos cerdos pintados de verde y con los nombres Fidel y Raúl escritos sobre la piel.

Estuvo en la cárcel, sin cargos, 10 meses.

Estando entre rejas dibujó y escribió una suerte de diario, cuando no estaba en aislamiento; hizo una huelga de hambre, Amnistía Internacional lo declaró preso de conciencia y se ganó el premio Internacional Václav Havel 2015 para la Disidencia Creativa otorgado por la organización Human Rights Foundation.

Como aperitivo de su exposición en Miami, el 25 de febrero hará un performance en vivo en una velada en la que, además, actuará su amigo Gorki y su banda Porno para Ricardo y se exhibirá un curioso filme de Andy Warhol titulado La vida de Juanita Castro.

Quizás también haya algún cerdo por allí, dice misterioso.

El Sexto cree que "el arte lo puede todo". Por esa razón dice que
no perdona a muchos artistas cubanos que a su juicio han sido y son cómplices del castrismo.

"Ese es un arte de mentira", señala sobre los que "no son capaces de cuestionar el sistema".

"Gran parte de la culpa de que este sistema haya llegado tan lejos es de los artistas", dice convencido de que han ayudado a legitimar al líder de la Revolución, Fidel Castro, y a su hermano Raúl, y también a malformar la mente de los cubanos.

Pero la culpa no es toda de los "rehenes", dice en referencia a los cubanos. También otros Gobiernos de América y Europa han contribuido a perpetuar el totalitarismo en Cuba, asevera.

Cuando El Sexto pudo salir de Cuba, gracias a un beca de Justicia y Paz, de Holanda, sintió que le habían "robado" toda su vida y que habían hecho con él y con los cubanos en general "un experimento".

Sin embargo, no piensa irse de Cuba y olvidarse de todo.

"Por supuesto (que vuelvo), yo nací ahí por algo", dice. En Cuba tiene una hija, Renata María, de dos años y medio, a la que le dice a través de Efe que todo lo que hace es para "dejar el nombre de ella más alto".

Una mano anónima ha colocado junto a la entrada de la galería donde El Sexto debutará como expositor dos pegatinas con dibujos hechos por él: una es un retrato de Renata con un pollito sobre la cabeza y la palabra "despiertica" y otra un autorretrato con un gallo en la cabeza y la palabra "despierto".

"Despertar por dentro" a los cubanos es para El Sexto la única manera de cambiar Cuba; además, que "se vaya el Gobierno" de los Castro, que –señala– "tienen 50 años de quitarle cosas a la gente y ejercer el poder a la fuerza".

Danilo Maldonado reconoce que de joven pensaba en "tratar de escapar", pero luego entendió cuál era su función como artista. Cuando tenía menos años que ahora, pintar los muros de La Habana le hacía sentirse bien, pero se tomaba el arte como un hobby, como una aventura con una mujer.

A los 25 años, después de haber hecho de todo, incluido ser profesor de computación, decidió entregarse por completo al arte. "Hoy estoy felizmente casado", dice.