El nuevo líder de esa organización islamista es Mahmud Ezzat, médico de profesión, y quien es conocido como "el hombre de hierro".
Los Hermanos Musulmanes de Egipto nombraron el martes un jefe interino después de la detención de su guía supremo, indicó el sitio internet del Partido de la Justicia y la Libertad (PJL), que responde a sus orientaciones.
"Mahmud Ezzat, jefe adjunto de los Hermanos Musulmanes, asumirá la función de guía supremo del grupo de forma temporal después de que las fuerzas de seguridad del sangriento golpe militar detuvieran al guía supremo Mohamed Badie," indicó el sitio del partido islamista.
Ezzat, 69 años, médico de profesión estuvo detenido varias veces, junto a Badie, en los años sesenta y setenta. Los medios de comunicación llaman a Ezzat "el hombre de hierro".
Badie fue detenido en el marco de la represión iniciada por el gobierno, instalado por el ejército, contra los Hermanos Musulmanes, cofradía del derrocado presidente islamista Mohamed Mursi. Decenas de sus líderes fueron detenidos, entre ellos Mursi, que permanece retenido en un lugar secreto desde su derrocamiento el 3 de julio por el ejército tras manifestaciones masivas que exigían su salida.
Mursi se enfrenta a cargos relacionados con su huida de una cárcel en 2011 así como a nuevas acusaciones de "complicidad de asesinato" y de "torturas" de manifestantes en diciembre de 2012.
"Mahmud Ezzat, jefe adjunto de los Hermanos Musulmanes, asumirá la función de guía supremo del grupo de forma temporal después de que las fuerzas de seguridad del sangriento golpe militar detuvieran al guía supremo Mohamed Badie," indicó el sitio del partido islamista.
Ezzat, 69 años, médico de profesión estuvo detenido varias veces, junto a Badie, en los años sesenta y setenta. Los medios de comunicación llaman a Ezzat "el hombre de hierro".
Badie fue detenido en el marco de la represión iniciada por el gobierno, instalado por el ejército, contra los Hermanos Musulmanes, cofradía del derrocado presidente islamista Mohamed Mursi. Decenas de sus líderes fueron detenidos, entre ellos Mursi, que permanece retenido en un lugar secreto desde su derrocamiento el 3 de julio por el ejército tras manifestaciones masivas que exigían su salida.
Mursi se enfrenta a cargos relacionados con su huida de una cárcel en 2011 así como a nuevas acusaciones de "complicidad de asesinato" y de "torturas" de manifestantes en diciembre de 2012.