EEUU: hasta los padres de los presos políticos del 11J son reprimidos

Periodistas y activistas amanecen sitiados.

El régimen comunista cubano está reprimiendo a los padres de los presos políticos arrestados el 11J. Así lo denunció la Embajada de Estados Unidos en Cuba por medio de Twitter.

La sede diplomática destacó el caso de Rolando Castillo, quien recibió una condena de dos años de prisión por dar a conocer el caso de su hijo.

"Los padres deben ser libres para defender a sus hijos", aseveró la Embajada en su mensaje acompañado por la etiqueta #PresosPorQué?

En un mensaje anterior, la Embajada de Estados Unidos en La Habana comentó en Twitter que las Organizaciones No Gubernamentales en Cuba informan que el régimen detuvo a más de mil 400 manifestantes tras las protestas de 11 de julio del 2021.

Más de 700 de ellos siguen detenidos, subrayó. También señaló que las ONG's han documentado 584 condenas, 480 sentencias de prisión y 89 sentencias de trabajos forzados.

Al concluir su mensaje, la Embajada de Estados Unidos afirmó que se “une a la comunidad internacional para pedir su liberación”.

Mientras tanto, la dictadura cubana ha tomado medidas para restringir el movimiento de activistas de los derechos humanos en este primer aniversario de las masivas protestas del año pasado, informó el diario 14ymedio.

La reportera Luz Escobar fue citada y advertida el viernes de que tendrá vigilancia en torno a su hogar por varios días.

También fue citado Leo Fernández Cruz, de Guanabacoa, y Yerly Velázquez, de Santa Clara, mientras que el periodista Boris González, en La Habana, fue amenazado, precisó el diario digital.

Fuentes de Cienfuegos consultados por 14ymedio aseguran “que hay escuelas que cerraron a partir de este viernes para poder concentrar a policías y militares en previsión del próximo lunes”.

“Además, desde este jueves, el servicio de internet en la Isla se ralentiza por momentos”, indicó el diario. “A nadie le pasa desapercibido que el apagón de las comunicaciones fue una de las tácticas llevadas a cabo por el régimen, con ayuda del monopolio estatal Etecsa, para evitar que la represión del 11J se transmitiera en tiempo real, como la primera manifestación de aquel día, en San Antonio de los Baños”.