"Cuba en esquirlas": once narradores post-Castro

Lía Villares, escritora y autora del blog Habanaemia.

Algunos no han roto aún con las instituciones oficiales, otros están censurados de por vida, pero los hay que no quieren saber del sistema editorial cubano y eso que llaman promoción oficial. Aparecen ahora en esta antología en Inglés, “Cuba in splinters”, O/R BOOKS, 2014.
Se creen post-soviéticos, post-castristas y estar por encima del canon de lectura que las instituciones han sembrado en los lectores más ingenuos dentro de Cuba. En esta ocasión la editorial neoyorkina, O/R Books, ha recogido en Cuba in splinters a casi una docena de narradores “que nunca han pretendido representar a una generación”, nos dice su antologador, el también fotógrafo y bloguero Orlando Luis Pardo Lazo (OLPL), residente por algunos meses en Pittsburgh, USA.

La mayoría empezó a publicar en los años 2000, por eso también les llaman la Generación 0. Son básicamente provocadores: “irreverentes, iconoclastas y un poco experimentales”, aclara Pardo Lazo, autor aquí de la pieza El hombre, el lobo y el bosque nuevo, en franca alusión al cuento de Senel Paz que diera pie a la película Fresa y Chocolate.

Cuba in splinters. Cuban writers. O/R Books, 2014.

Raúl Flores Iriarte, Ahmel Hechavarría y Jorge Enrique Lage no han roto aún con las autoridades. Los coroneles del instituto cubano del Libro (ICL) o no se han molestado con sus publicaciones en órganos de prensa anticastristas como Diario de Cuba, los premios Novelas de Gaveta (que publica a autores cubanos censurados) y las revistas independientes, clandestinas, en que han puesto sus firmas… o han hecho la vista gorda, y Pardo se adelanta a explicar.

“Hay un espectro amplio. No es una literatura de denuncia, ni disidente en el sentido político, pero forcejea con la tradición literaria cubana, con el Ser cubano, con el estereotipo de la literatura cubana”, asevera OLPL, autor de Mi nombre es William Saroyan (Abril, 2006), y esto pudiera traerles el recelo de quienes autorizan o no a publicar en Cuba, a participar en los eventos literarios y se erigen en mandamases de la creación artística.

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"Son escritores muy jóvenes casi todos", dijo Orlando Luis Pardo Lazo.



Fuera de la revolución todo

A su manera Lía Villares es una ‘outsider’, alguien que salió de la placenta materna y política en que se crió y ha echado a volar. Ahora mismo es una de las lentes críticas y precisas que fotografían la capital cubana. Su blog Habanemia es una espátula contra esa Habana de postal turística que nos quieren vender, y entrar en la muestra narrativa le hace nadar como un pez.

“Mis textos se mueven sobre una escritura muy cortada, fragmentaria completamente, le deben mucho a las maneras de comunicarse ahora las nuevas tecnologías”, afirma quien además es la esposa del pintor independiente Luis Trápaga, que ha ilustrado para blogs y revistas semi clandestinas que se imprimen en la isla.



Medio minuto de silencio occidental es la pieza de Villares; un remedo de sus posts intemporales pero directos contra la desidia y el hueco negro en que está Cuba, y de cómo sus dolientes la quieren salvar, o así se advierte en una primera lectura. “Es inevitable, cada vez hay más revistas independientes, blogs de escritura, de música rock. Cuando hay una sola propuesta y es oficial, pues la gente va a buscar otras maneras”, concluye.

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"Es una literatura muy poco conocida", afirmó la escitora Lía Villares


Narradora post-soviética, post-oficialista
Polina Martínez Shvietsova es hija de una mujer que nació en los predios leninistas de los años ’60, dio sus primeros pasos en Camagüey y obtuvo el Premio de cuento de la Gaceta de Cuba en esa Habana que ahora desanda, buscando historias para el sitio de prensa independiente Cubanet. Por eso se regocija con esta entrega.

“Fue muy trabajoso, muy difícil, cómo los recopilamos. Es muy maravilloso que se haya logrado publicar a jóvenes en una antología en Estados Unidos, que estamos luchando por la libertad de Cuba y que nuestros textos sean atípicos. Fue un sueño que se hizo realidad”, se alegra Polina.

Decálogo del año cero, titula Martínez Shvietsova. “Se trata de la visión de una cubano-rusa, que va de un lado al otro haciendo micro-cuentos de su vida personal y sus angustias. Es su visión anómala de la vida, como que no cabe en ningún lugar”, relata.

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Polina Martínez: "La antología es una buena oportunidad para nosotros".


Otros que componen la antología son Jorge Alberto Aguiar Díaz, antologado en varias compilaciones del ICL en los años ’90, luego líder de la alternativa revista digital Cacharro(s). A él se suman Michel Encinosa Fú, con varios libros en Letras Cubanas, Edit., pero también Lien Carrazana, escritora y diseñadora gráfica que ha publicado sus relatos dentro y fuera de la isla, así como los menos conocidos Erick J. Mota y Jhortensia Espineta, que lanzan estas “astillas de Cuba” al mundo.

Pueden escuchar la conversación íntegra en el programa Contacto Cuba, a las 4:00 pm con Norma Miranda y Luis Felipe Rojas.