EEUU va por los mercados de arroz, maíz y trigo en Cuba

  • Agencias

El subsecretario de Agricultura de EEUU, Michael Scusse.

Debido a que Cuba importa el 80% de sus alimentos, el subsecretario de Departamento de Agricultura, Michael Scuse, dijo en el Congreso que EEUU debería ser el vendedor principal de la isla.

El Gobierno explicó hoy ante el Congreso federal que las importaciones de cereales que ahora realiza Cuba "deberían" satisfacerlas los productores estadounidenses y manifestaron su interés en hacerse con ese mercado una vez se consolide el proceso de aperturismo hacia la isla.

En una audiencia celebrada ante el Comité de Agricultura del Senado, el subsecretario del Departamento de Agricultura para Servicios Exteriores, Michael Scuse, explicó a los legisladores que el 80% de los alimentos de la isla son importados y que en el caso del cereal, es fundamentalmente la Unión Europea quien los provee. "Los mercados del trigo, el maíz y el arroz deberían ser nuestros", insistió.

"Los mercados del trigo, el maíz y el arroz deberían ser nuestros", insistió el funcionario

Scuse, quien subrayó que el camino hacia el aperturismo y el intercambio fluido de mercancías con Cuba aún es largo, reiteró que Estados Unidos no puede desaprovechar las oportunidades comerciales que tiene con La Habana, aunque haya otros muchos países que ya les hayan tomado la delantera.

"Estados Unidos tiene potencialmente enormes ventajas estructurales en la exportación a Cuba. El principal de ellos es la ubicación. Estamos a menos de 100 millas de distancia, lo que significa un menor costo de envío y tiempos de tránsito, especialmente en comparación con los actuales principales competidores, Brasil y Europa", dijo.

"Además, está el hecho de que los 11 millones de consumidores cubanos desean productos alimenticios que Estados Unidos puede proporcionar, y la agricultura estadounidense quiere vender a Cuba", añadió el subsecretario, quien detalló que, por ejemplo, La Habana importa de Nueva Zelanda productos que Estados Unidos provee.

No obstante, preguntado por los senadores, Scuse aludió a las demandas que existen desde los sectores más conservadores para presionar a Cuba sobre un giro en materia de Derechos Humanos antes de dar pie a un intercambio más amplio. "Queremos presionar al Gobierno cubano para que cambie con respecto a su postura en materia de Derechos Humanos", dijo, al explicar que, no obstante, la Administración debe buscar un equilibrio en las negociaciones entre los dos países que ayuden, sobre todo, a los cubanos.

El director en funciones de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro, John Smith, también ilustró a los senadores sobre la excepcionalidad que tienen que superar las empresas de Estados Unidos para introducir mercancía en suelo cubano.

"Los exportadores de Estados Unidos siguen encontrando barreras, incluyendo que todos los bienes agrícolas estadounidenses se importan a través de Alimport (Empresa Cubana Importadora de Alimentos), el monopolio estatal cubano", explicó Smith, quien dijo que ningún otro país pasa por dichos procesos.

Asimismo, continuó, los exportadores estadounidenses no pueden ofrecer incentivos financieros por ley, como préstamos por compra, "una limitación" que les coloca en una posición de inferioridad con respecto a otros competidores de terceros países.