Colombia y Venezuela acuerdan reabrir sus fronteras

  • Agencias

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Colombia y Venezuela acuerdan una apertura gradual de la frontera

El presidente de Colombia, José Manuel Santos y su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, acordaron abrir cinco pasos fronterizos a partir del sábado, durante una reunión celebrada en Puerto Ordaz, Venezuela.

Los presidentes de Venezuela y Colombia acordaron el jueves reabrir de forma gradual los pasos fronterizos entre ambos países que permanecen cerrados desde hace casi un año.

Cinco pasos de frontera se abrirán desde el sábado durante el día, anunciaron tras una reunión de tres horas el presidente venezolano Nicolás Maduro y su homólogo colombiano Juan Manuel Santos, quien se trasladó a Venezuela para discutir cómo normalizar la situación en el límite entre ambas naciones.

La reunión binacional que se desarrolló en las instalaciones de un complejo hidroeléctrico de la ciudad suroriental de Puerto Ordaz, estado Bolívar.

"Lo que vamos hacer es abrir la frontera de forma gradual", dijo el presidente Santos al finalizar el encuentro. "En la medida que vayamos viendo que esa apertura de la frontera está beneficiando a las poblaciones de los dos países, iremos profundizando en otros temas y otros sectores", comentó.

Maduro puntualizó que a partir del sábado se reabrirán cinco pasos fronterizos para el movimiento de personas entre las primeras horas de la madrugada y las 21.00 hora local.

Funcionarios de ambos gobiernos se mantendrán en negociaciones para definir nuevas políticas de seguridad y de intercambio comercial, informaron los presidentes.

Maduro justificó en su momento el cierre como una medida para enfrentar a paramilitares y contrabandistas del vecino país, pero muchos de sus críticos vieron la decisión como una maniobra política para paliar el descontento que produce en el país petrolero una prolongada escasez de bienes básicos.

La máxima tensión surgió cuando cientos de colombianos fueron vistos cruzando desde Venezuela un río fronterizo con neveras y colchones a sus espaldas, al tiempo que denunciaban que habían sido forzados a abandonar sus casas por autoridades venezolanas y preferían regresar a su país natal por el miedo que les causaba la crisis fronteriza.

El gobierno de Colombia denunció que más de 1.000 personas fueron deportadas injustamente en los primeros días del cierre de los pasos fronterizos. Meses más tarde, más de 100.000 venezolanos se movilizaron hasta algunos de los cruces con Colombia para poder compra alimentos y medicinas en la nación vecina, aprovechando una apertura temporal que sólo se produjo durante dos fines de semana.