El régimen de Cuba es profundamente antisemita, advirtió Biscet en Israel

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Oscar Elías Biscet en Jerusalén.

"Ellos son más sutiles que Hitler y Stalin, pero tienen los mismos mecanismos mortíferos", dijo el destacado disidente sobre los dirigentes políticos de Cuba.

Sin dejarse intimidar por la tortura y la prisión, Oscar Elías Biscet llama la atención sobre la naturaleza totalitaria y profundamente antisemita del régimen comunista de La Habana. Puede que me maten cuando regrese, pero debo continuar mi lucha, dijo el destacado disidente cubano durante su visita a Jerusalén al diario de The times of Israel.

Biscet, un conocido activista de derechos humanos de La Habana, pasó más de una década en cárceles cubanas por una serie de supuestos delitos: deshonrar los símbolos nacionales, desorden público, incitar a una conducta delictiva, y, en última instancia, delitos contra la seguridad del Estado, enfatiza el diario hebreo.

"Me pusieron en una pequeña celda llena de pacientes con tuberculosis", recordó la semana pasada". En otro caso del perverso tratamiento que recibió por oponerse públicamente al régimen, los guardias de la prisión lo echaron en otra pequeña celda con pacientes psiquiátricos a los que no se les había dado su medicación.

"Ellos son más sutiles que Hitler y Stalin, pero tienen los mismos mecanismos mortíferos", dijo de los dirigentes políticos de su país de origen.

El disidente cubano declara que fue testigo de compañeros suyos de prisión que fueron electrocutados por los carceleros, y del abuso físico perdurable. Biscet matiza que, en su caso, fue sometido únicamente a lo que llama "tortura blanca", que incluye el confinamiento prolongado en solitario, durante largos períodos de silencio total, seguido por irrupción violenta de música alta, y claro, el abuso psicológico.

"Constantemente me recordaron que podían hacer conmigo lo que quisieran en cualquier momento", señaló.

Biscet, quien fue liberado de la cárcel hace cinco años, pero que hasta ahora no se le había permitido salir del país, realiza ahora su primer viaje a Israel. En Jerusalén se reunió con funcionarios del Gobierno anterior y actual, entre ellos el ex jefe de la estación del Mossad en Teherán, el diplomático del Ministerio de Asuntos Exteriores a cargo de América Central y actual presidente de los Asuntos Exteriores de la Knesset y del Comité Defensa, MK Avi Dichter.

El opositor tiene la intención de volver a Cuba el domingo, a pesar del peligro tangible. Podría ser encarcelado de nuevo, o algo peor.

"Me pueden matar... pero tengo que seguir luchando"

"Por supuesto que tengo miedo. Me pueden matar. Sé que estoy tomando un riesgo. Pero tengo que seguir luchando por la libertad ", dijo en español al diario hebreo, hablando a través de un traductor.

El principal propósito de su viaje - por el que salió de su país de origen por primera vez en su vida - fue advertir al mundo acerca de la verdadera naturaleza maligna del régimen comunista de La Habana. A pesar del reciente acercamiento con Estados Unidos, Cuba sigue siendo un régimen cruel, totalitario, que viola sistemáticamente los derechos civiles y brutalmente suprime a la oposición política, dijo.

Asegura el destacado disidente que nadie debe pensar que la isla se ha convertido en una democracia, nada de eso, postuló.

"El hecho de que estoy aquí no es porque hay algún cambio o de libertades en Cuba", dijo a The Times of Israel en un café de Jerusalén, en referencia al hecho de que se le permitió salir del país a pesar de su crítica al régimen. "Estamos aquí porque el Gobierno cubano está interesado en presentar una nueva imagen, pero no porque hay cambios reales en el Gobierno cubano", enfatizó.

"Esta nueva política estadounidense de un compromiso diplomático con Cuba es un error", dijo José Azel, investigador asociado en la Universidad de Miami del Instituto de Estudios Cubanos y Cubano-Americanos, que acompañó a Biscet a Israel.

"Es una política que abraza a un opresor e ignora a los oprimidos. Es una política que decide ponerse del lado de los malos y no con los que luchan por la democracia", subrayó.

Cuba no ha cambiado para mejor desde que Fidel Castro entregó el cetro a su hermano Raúl hace una década, argumentó. "No hay absolutamente ningún movimiento hacia la democracia o cualquier cambio político", en la isla afirmó Asel.

"El argumento del gobierno de Estados Unidos de que una apertura diplomática y algún tipo de compromiso económico dará lugar a la democratización en algún momento en el futuro es falaz", dijo Asel. "China y Vietnam abrieron sus mercados décadas atrás a occidente, y hoy en día son sin duda más ricos a causa de ello, pero tan represivos como antes", agregó.

Biscet, médico de profesión, comenzó su carrera como un disidente a mediados de la década de 1980 mediante la organización de una manifestación pro-vida para protestar contra lo que él llama el sistema de "abortos abusivos" por parte del régimen. Desde entonces se ha convertido en un activista célebre. En 1997, George W. Bush le otorgó la Medalla Presidencial de la Libertad, llamándolo "un campeón en la lucha contra la tiranía y la opresión." Una década y media más tarde, en 2011, la banda de rock U2, durante un concierto en Miami, alabó a Biscet por su lucha valiente.

Esta semana, Biscet hizo el viaje al Estado judío para advertir a los israelíes acerca de no bajar la guardia. "Castro es el enemigo número uno de Israel. El régimen tiene uno de los mejores servicios de inteligencia del mundo y vende información a los países y organizaciones que buscan la destrucción del Estado judío, y también ha sido sede de los terroristas de Hamas y Hezbolá a los que ha proporcionado campos de entrenamiento en la isla", señaló.

"Estoy preocupado por Israel y su relación con Cuba porque Israel es el único ejemplo de la democracia y la libertad, y la libertad de religión, en el Oriente Medio. Y Cuba es una dictadura que viola todos los derechos básicos", dijo Biscet.

"A medida que los israelíes viajan a Cuba a disfrutar de los bellos paisajes y hermosas playas, tal vez no se dan cuenta de que esta dictadura está socavando el Estado de Israel dondequiera que sea posible", señaló el opositor cubano.

La Habana ha cortado unilateralmente los lazos con Jerusalén desde hace unos 40 años, y ha sido un fuerte crítico de las políticas israelíes desde entonces, y aliado fiel de los palestinos y sus grupos terroristas. Durante décadas, Israel y EEUU fueron los únicos países que apoyaron el embargo económico de la nación estadounidense.

"Si quiere dormir con el enemigo, adelante. Pero entienda que usted está durmiendo con el enemigo”, dijo Biscet.

"El cubano es un régimen que siempre ha sido antisemita, anti-Israel, pro-palestino", dijo. "Es un régimen que tiene una alianza muy estrecha con Irán y un régimen que representa grandes peligros para la seguridad nacional de los Estados Unidos, y también para Israel", concluyó.