Campesinas cubanas consultadas por Radio Martí dijeron que están en desventaja respecto a los hombres, lo que contradice un reciente informe del gobierno presentado ante la Organización de Naciones Unidas, según el cual las isleñas de zonas rurales viven en mejores condiciones que las féminas del resto del mundo.
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Reportaje de Yolanda Huerga, de Radio Martí.
El informe de Cuba en la ONU sobre las mujeres campesinas fue presentado la pasada semana por la diputada Yaneidis Pérez, quien aseguró que el acceso al agua, la igualdad salarial y el acceso a un empleo digno "son aspectos ganados" en la isla.
La funcionaria dijo, además, que más de 20.000 mujeres rurales en Cuba poseen la propiedad de sus tierras y tienen las mismas oportunidades que los hombres.
Estas afirmaciones en la ONU fueron respaldadas por la representante permanente de Cuba en el organismo, Anayansi Rodríguez, quien aseguró que en el país "están implementadas políticas a nivel nacional que evitan la discriminación por concepto de género".
Pero campesinas consultadas por Radio Martí desmienten el optimismo oficial.
"Por el hecho de ser mujer no le dan la misma oportunidad que a los hombres. La mayoría de estas mujeres que viven en zonas rurales no son propietarias de sus tierras y sufren muchas carencias, desde lo más básico, como es la alimentación o una vivienda digna", dijo a Radio Martí la Directora de la Federación Latinoamericana de Mujeres Rurales (FLAMUR) Marianela Leyva.
Explicó además que "en muchos de estos lugares todavía no ha llegado la electricidad, no ha llegado el agua, hay que ir a buscarla en cubo o con cubetas al río o al pozo".
Entre las desventajas de las mujeres, -comentó-, están los deprimidos salarios estatales.
"Por ser hombres siempre son (los) de mejores trabajos. No podemos decir que tienen salarios decorosos, porque en este país nadie tiene salarios decorosos, pero por lo menos son muchos más altos que los de las mujeres", argumentó.
La joven campesina Daudi Harmelo, que vive en la comunidad El Guayabo, del municipio de San Juan y Martínez, en Pinar del Río, dijo que la recarga en las labores domésticas no son debidamente valoradas en el campo.
"Siempre piensan que los hombres son los que tienen más derechos porque tienen más tiempo a dedicarse a su trabajo. Existe machismo", indicó.
(Con reporte de Yolanda Huerga)