"A las mujeres (Raúl Castro) las arrastra, las golpea, las trata de vejar, les hace simulacros de disparos, las lleva a calabozos y manda que se desnuden", expuso al diario bonaerense la líder de las Damas de Blanco.
La portavoz de las Damas de Blanco de Cuba, Berta Soler, se refirió en una entrevista concedida en Roma al diario argentino La Nación al empeoramiento de la represión y de la situación socioeconómica de Cuba con el actual gobernante Raúl Castro, y dijo que Cuba debe tener un cambio, pero sin esa familia en el poder.
Preguntada sobre el Papa Francisco, con quién habló brevemente en la audiencia pública del pasado miércoles en la Plaza de San Pedro –“sigan adelante”, le dijo el pontífice— destacó que conoce un poco más los problemas de los pueblos, porque es latino. Dijo además que “viene de muy abajo y puede ayudar mucho a los que están sufriendo” y recordó el papel de la Iglesia Católica en la liberación de Polonia y Checoslovaquia del totalitarismo prosoviético.
Sobre la supuesta apertura conducida por el sucesor de Fidel Castro, la líder del grupo de mujeres comprometidas con los derechos humanos puso un ejemplo personal para ilustrar que tiene un carácter cosmético. Aunque muchos creen que ahora todos los cubanos pueden viajar libremente, su esposo, el ex preso de conciencia del grupo de los 75 Ángel Moya Acosta, "pidió el pasaporte con esta ley 'nueva' migratoria, y fue negado".
“Raúl permite que haya golpes en la vía pública a hombres y mujeres. Y a las mujeres las arrastra, las golpea, las trata de vejar, les hace simulacros de disparos, las lleva a calabozos y manda que se desnuden y que hagan cuclillas 20 a 30 veces para denigrarlas. Esta violencia sucede con Raúl. Además, cada día el hambre y la necesidad en Cuba aumentan. Hay muchos desempleados y agresión física”, describió Soler.
"Nosotros debemos tener un cambio en Cuba, pero sin los Castro, que sólo han dado hambre, miseria y necesidad al pueblo”, concluyó diciendo Berta Soler.
Preguntada sobre el Papa Francisco, con quién habló brevemente en la audiencia pública del pasado miércoles en la Plaza de San Pedro –“sigan adelante”, le dijo el pontífice— destacó que conoce un poco más los problemas de los pueblos, porque es latino. Dijo además que “viene de muy abajo y puede ayudar mucho a los que están sufriendo” y recordó el papel de la Iglesia Católica en la liberación de Polonia y Checoslovaquia del totalitarismo prosoviético.
Sobre la supuesta apertura conducida por el sucesor de Fidel Castro, la líder del grupo de mujeres comprometidas con los derechos humanos puso un ejemplo personal para ilustrar que tiene un carácter cosmético. Aunque muchos creen que ahora todos los cubanos pueden viajar libremente, su esposo, el ex preso de conciencia del grupo de los 75 Ángel Moya Acosta, "pidió el pasaporte con esta ley 'nueva' migratoria, y fue negado".
“Raúl permite que haya golpes en la vía pública a hombres y mujeres. Y a las mujeres las arrastra, las golpea, las trata de vejar, les hace simulacros de disparos, las lleva a calabozos y manda que se desnuden y que hagan cuclillas 20 a 30 veces para denigrarlas. Esta violencia sucede con Raúl. Además, cada día el hambre y la necesidad en Cuba aumentan. Hay muchos desempleados y agresión física”, describió Soler.
"Nosotros debemos tener un cambio en Cuba, pero sin los Castro, que sólo han dado hambre, miseria y necesidad al pueblo”, concluyó diciendo Berta Soler.