En ninguna democracia verdadera se aceptaría una ceremonia de asunción presidencial como la que se realizó ayer en Venezuela, dice este viernes un comentario publicado por el diario chileno El Mercurio en su página editorial.
El periódico destaca que “en vez de un solemne juramento de Hugo Chávez, el gobierno organizó un acto masivo frente a la sede presidencial, al que asistieron mandatarios y ministros latinoamericanos y del Caribe”.
A continuación precisa que los representantes de 22 gobiernos, entre quienes figuraban los presidentes de tres países (Bolivia, Nicaragua y Uruguay) avalaron antes una inédita declaración en la que prometen apoyar al gobierno de Chávez ante intentos “desestabilizadores”.
Refiriéndose al cáncer que padece el gobernante señala que “los venezolanos tienen el derecho a saber si el Presidente reelecto está en condiciones de asumir el cargo, pero el Tribunal Supremo de Justicia, TSJ (…) avaló la tesis de que es innecesario un juramento para continuar con el mandato pues Chávez goza de una licencia indefinida”.
El editorial recuerda que la oposición venezolana denuncia el "atropello a la Constitución y a sus principios democráticos", que en Venezuela no hay independencia de los poderes del Estado, que existe un "gobierno de facto".
Luego precisa que “si hay algo sintomático de la salud de una democracia es el trato que da un gobierno a la oposición”, pero en Venezuela se le ignora a pesar de haber recibido “más de seis millones de votos en las últimas elecciones”.
Bajo el titular de “Disidencia arrinconada”, el diario puntualiza que ese trato “se repite en otros países donde la izquierda más ideologizada tiene el poder, como Ecuador y Argentina”, donde se ha hecho de la descalificación, el insulto y el desprestigio a los opositores una costumbre.
“Con gobiernos dispuestos a todo para no ser interpelados—concluye--, la oposición de estos países tiene un difícil camino para recuperar los espacios de una democracia real”.
El periódico destaca que “en vez de un solemne juramento de Hugo Chávez, el gobierno organizó un acto masivo frente a la sede presidencial, al que asistieron mandatarios y ministros latinoamericanos y del Caribe”.
A continuación precisa que los representantes de 22 gobiernos, entre quienes figuraban los presidentes de tres países (Bolivia, Nicaragua y Uruguay) avalaron antes una inédita declaración en la que prometen apoyar al gobierno de Chávez ante intentos “desestabilizadores”.
Refiriéndose al cáncer que padece el gobernante señala que “los venezolanos tienen el derecho a saber si el Presidente reelecto está en condiciones de asumir el cargo, pero el Tribunal Supremo de Justicia, TSJ (…) avaló la tesis de que es innecesario un juramento para continuar con el mandato pues Chávez goza de una licencia indefinida”.
El editorial recuerda que la oposición venezolana denuncia el "atropello a la Constitución y a sus principios democráticos", que en Venezuela no hay independencia de los poderes del Estado, que existe un "gobierno de facto".
Luego precisa que “si hay algo sintomático de la salud de una democracia es el trato que da un gobierno a la oposición”, pero en Venezuela se le ignora a pesar de haber recibido “más de seis millones de votos en las últimas elecciones”.
Bajo el titular de “Disidencia arrinconada”, el diario puntualiza que ese trato “se repite en otros países donde la izquierda más ideologizada tiene el poder, como Ecuador y Argentina”, donde se ha hecho de la descalificación, el insulto y el desprestigio a los opositores una costumbre.
“Con gobiernos dispuestos a todo para no ser interpelados—concluye--, la oposición de estos países tiene un difícil camino para recuperar los espacios de una democracia real”.
