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Venezuela: fracasa el diálogo y una nueva moneda


Gobierno y oposición venezolana concluyen reunión de diálogo "con avances"
Gobierno y oposición venezolana concluyen reunión de diálogo "con avances"

No hay que tener bola cristal para haber pronosticado el resultado negativo de las reuniones en la República Dominicana, entre representantes del gobierno de Nicolás Maduro y miembros de la oposición.

Se demostró que el régimen chavista quiere seguir ganado tiempo e indulgencias pero no soltar prenda, ya que lo de ellos es que le den, sin otorgar nada a cambio.

Mientras se llevaba a cabo la reunión de Santo Domingo, entre representantes de la dictadura y la oposición, el ministro de Salud de Venezuela, Luis López, juraba que bajo ningún concepto permitiría el ingreso de ayuda humanitaria al país.

Hay que averiguar quien manda, porque el punto principal en la agenda de las negociaciones de Santo Domingo era la apertura de un canal humanitario.

A López, como ministro de Salud, no le faltan los medicamentos para él, su familia y su entorno.

Sin tomar en cuenta los miles de muertos y los que a diario siguen falleciendo por falta de fármacos, en un acto de sumisión absoluta hacia el hombre que lo nombró en el cargo, le jura pleitesía y pone en descubierto que es el mandatario quien en realidad no quiere que entren medicinas a Venezuela:

Enfáticamente el ministro declaró ante la televisión nacional: "Aquí nadie se arrodilla ante el Imperio y mucho menos va a permitir que esta derecha imponga una supuesta ayuda humanitaria cuando nuestro pueblo está siendo atendido por el presidente Nicolás Maduro".

Carnet de la Patria

El funcionario encabezó una jornada donde entregó, como patalla pública, algunas medicinas a enfermos chavistas, siempre que mostraran "el carnet de la Patria".

Según estimaciones de la Federación Médica de Venezuela, la escasez de medicamentos en farmacias y hospitales es superior al 95%.

Los reportes sobre muertes por falta de medicamentos son diarios y alarmantes, unido al resurgimiento de epidemias y plagas, muchas de ellas erradicadas en el pasado, pero que han vuelto a emerger por la falta de vacunas y alimentos .

Sin embargo el oficialismo niega que Venezuela esté atravesando una crisis o una emergencia humanitaria, como advierten la oposición y organizaciones de salud.

Sin avances

Entretanto, las negociaciones entre el Gobierno y miembros de la oposición se cerraron el sábado sin acuerdos para atenuar la crisis, aunque ambas partes reportaron "significativos avances", según un comunicado leído por el presidente dominicano, Danilo Medina.

"Gobierno y oposición declaran que se han producido significativos avances (...) El próximo 15 de diciembre celebraremos una nueva reunión de negociación, acá en Santo Domingo, con el objetivo de llegar a un acuerdo definitivo".

Los diálogos cuentan con la presencia de representantes de Chile, México, Bolivia, Nicaragua y San Vicente y las Granadinas, así como del expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero.

Aunque no hubo consenso el gobierno chavista dijo que se está cerca de un acuerdo, según aseguró el jefe negociador del chavismo, Jorge Rodríguez.

El punto central de Miraflores es que Estados Unidos levante lo que llama "boicot" a sus ciudadanos y empresas para negociar nueva deuda del país y su estatal petrolera PDVSA.

Por su parte, Julio Borges, presidente de la Asamblea Nacional y jefe de la delegación opositora, confió en que en la próxima reunión del 15 de diciembre se puedan lograr avances...

Prioridad

Pese a la urgencia de lograr la libertad de los presos políticos venezolanos, el tema no figura en forma destacada en la agenda de las conversaciones.

La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) considera más prioritario un "canal humanitario" para la entrada de alimentos básicos y medicinas, en severa escasez, y establecer condiciones claras para las presidenciales de 2018.

En su mayoría, el pueblo venezolano rechaza el diálogo y se siente traicionado por la Mesa de la Unidad Democrática, al haber aceptado sentarse nuevamente a negociar con el régimen chavista.

Como dice Luisa desde Caracas:

"Quisiéramos que la oposición no asista a este tipo de reuniones en las que solo gana el gobierno... a no ser que sea para recibir la renuncia de Maduro".

Moneda

Por su parte, Maduro aprovechó su programa del domingo para señalar divisiones en la alianza opositora en torno a las conversaciones. Aunque dijo “Le doy las gracias a la MUD (Mesa de la Unidad Democrática) por su espíritu colaboracionista en la instalación de esta mesa de diálogo”

También, en una nueva locura financiera, el mandatario anunció que implementará en Venezuela un nuevo sistema de "criptomonedas" a partir de las reservas petróleo, para transacciones financieras y “vencer el bloqueo” financiero en el país.

Durante su programa dominical -que es seguido atentamente por los venezolanos para descubrirle "gazapos y meteduras de pata"- Maduro hizo el anuncio de la nueva moneda:

“Venezuela anuncia la creación de su criptomoneda. El Petro se va a llamar (…) esto nos va a permitir avanzar hacia nuevas formas de financiamiento internacional para el desarrollo económico y social del país”.

Analistas, como Marcos de Maracaibo, pronosticaron el fracaso de esta nueva experiencia financiera que no cuenta con el respaldo internacional. "Es una nueva locura del chiflado de Miraflores que no sabe ni siquiera contar con los dedos..."

Pero lo más discutido hoy en la tragedia venezolana es el frívolo aspecto de quien sentó a quien, a la mesa de las negociaciones.

Yo fui, dice Nicolás Maduro. A lo que le replica el presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges, que fue la oposición quien logró sentar al Gobierno para una negociación seria.

Borges por último, declinó este domingo la invitación que le hiciera Maduro, a continuar con el diálogo en el Palacio de Miraflores

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