El acuerdo se considera un paso de avance crucial en el dinámico proceso de integración continental.
La ceremonia de la firma del documento fue presidida por el primer ministro de Holanda, Jan Peter Balkenende, quien es el Presidente de turno de la UE y por el Primer Ministro italiano, Silvio Berlusconi, como anfitrión.
Berlusconi expresó que la Carta Magna Europea constituye un ejemplo para muchas naciones del mundo, porque supera los odios socio-políticos que han marcado la historia del viejo continente.
La nueva Constitución tiene que ser ratificada por los Parlamentos de todos los países miembros de la Unión Europea.