Acevedo se convirtió en el octavo gobernador de Puerto Rico y sustituyó en el cargo a Sila María Calderón.
En su discurso inaugural, Acevedo prometió conciliar a los tres partidos puertorriqueños como parte de un pacto político para alentar la creación de empleos, terminar con la ola de violencia y resolver el problema del estatuto de la isla.
El nuevo gobernador, que pertenece al Partido Popular Democrático, el cual defiende mantener el estatus de Puerto Rico como Estado Libre Asociado a Estados Unidos, afirmó que el mayor problema de la isla es la división política interna.