Gamboa reclamó hace varios años que era uno de los diez “capos” de la droga más importantes de Colombia. Poco tiempo después fue extraditado a Estados Unidos, donde se declaró culpable de conspiración, tráfico de drogas y lavado de dinero.
La fiscalía declaró que el acusado encabezaba una organización en la ciudad colombiana de Barranquilla que envió toneladas de narcóticos a Europa, América Central y Estados Unidos.