Estos ataques aumentaron a 31, por lo menos, el número de personas muertas en la capital donde en hora más temprana del jueves la explosión de otra bombamóvil mató a 16 policías y cinco civiles en el mismo vecindario.
También el jueves tres civiles murieron cuando una bomba colocada junto a una carretera hizo explosión al pasar un autobús del Ministerio de Industrias en la zona este de Bagdad. El teniente coronel de la policía Amed Abbod dijo que la explosión hirió a 13 personas.
Además, también el jueves hubo un tiroteo entre insurgentes y la policía militar en el barrio Saydiya del sur de Bagdad. Un policía murió y otro fue herido.
La policía halló los cadáveres de siete hombres no identificados que fueron asesinados en varias partes de la capital. Todos tenían las manos atadas y los ojos vendados.
En el norte de Bagdad la policía encontró el cadáver de un agente, también maniatado y con un tiro en la cabeza.
Y en Bakuba un policía murió y tres fueron heridos en distintos ataques donde se usaron morteros y armas de fuego de pequeño calibre.
Estos actos de violencia tuvieron lugar después que el miércoles más de 700 personas resultaron muertas o heridas en más de una docena de ataques terroristas con bombas en Bagdad. La red terrorista Al-Kaeda se hizo responsable de esos ataques, pero nadie se atribuyó inmediatamente los del jueves.