Hubo una serie de explosiones cerca de la cárcel Pul-e Charkhi al comenzar el ataque poco antes de caer la noche del viernes, 10 horas después que tres paquistaníes y un iraquí detenidos asesinaron a un guardia y usaron su arma de fuego para matar a otros tres guardias.
Dos de esos presos murieron, pero los otros dos se atrincheraron en un sector de la prisión, disparando contra centenares de guardias de seguridad que rodearon la cárcel, impidiéndoles acercarse a tres soldados heridos atrapados dentro de la prisión.
Un soldado que participó en el tiroteo salió de la prisión y dijo a periodistas que la rebelión había sido sofocada y que los involucrados en el motín habían muerto en el tiroteo. Los otros dos presos que iniciaron el motín y otros tres guardias murieron en una refriega posterior.
Otro soldado que se identificó como Zabullah, emergió posteriormente del lugar y dijo a periodistas, “los matamos”, pero poco después volvieron a escucharse disparos de armas de fuego.
Doscientos policías que tomaron posiciones cerca de la prisión recibieron el refuerzo de cuatro vehículos blindados de Alemania pertenecientes a la Fuerza Internacional de Seguridad y Asistencia controlada por la Organización del Tratado del Atlántico Norte, que está encargada de mantener la paz pública en Kabul.