Burns es el funcionario estadounidense de más alto rango que visita Libia en dos décadas.
El tema del encuentro fue cómo fortalecer las relaciones bilaterales, que comenzaron a mejorar en diciembre pasado, cuando Libia anunció la intención de eliminar su programa de armas de destrucción masiva.
Expertos estadounidenses y británicos han desmantelado gran parte de la infraestructura diseñada para enriquecer uranio y removieron material bélico del país. Trípoli también está cooperando con entidades internacionales para eliminar sus armas químicas.
En febrero, Washington suspendió las restricciones de los viajes de ciudadanos estadounidenses a Libia y estableció una presencia diplomática en Trípoli, pero mantiene a ese país del norte de Africa en la lista del Departamento de Estado sobre naciones que promueven el terrorismo.