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Trabajan pero son "peligrosos"


Archivo Policías cubanos en La Habana conrolan las calles.
Archivo Policías cubanos en La Habana conrolan las calles.

La activista Damaris Moya Portieles de la Red Cubana de Comunicadores advierte en un reporte ciudadano que las autoridades en la provincia de Villa Clara han sancionado a dos personas por el delito "peligrosidad predelictiva" a pesar de que los afectados trabajan y mantienen un buen comportamiento social.

Según Moya se trata de Idalberto Mena Soto y Yandy Olivera Silva.

"A Idalberto Soto el pasado lunes 28 de julio la policía fue a buscar su casa, en Santa Clara, Villa Clara, para arrestar a Idalberto Mena Soto, sin explicar las causas de la detención y sin llevar un documento oficial.

Su esposa Violeta Rodríguez Suárez al ver que demoraba se dirigió hacia la Unidad de la Policía Nacional Revolucionaria y habló con el jefe, de nombre Lozano, quien le dijo que le iban a celebrar un juicio por índice de peligrosidad. Le explicó Violeta que no entendía esto, pues su esposo tiene patente de carretillero.

No obstante el pasado día 30 de julio fue trasladado para Instrucción Policial y el día 1ro de agosto le celebraron juicio y lo sancionaron a dos años de privación de libertad por 'peligrosidad', trasladándolo para la Prisión La Pendiente.

Algo similar ocurrió con Yandy Olivera Silva de 25 años de edad y con dirección en 2da. del Sur No.110, Calabazar de Sagua, Villa Clara.

Según su tía Elvira Olivera Reyes, el pasado 5 de agosto le celebraron juicio por peligrosidad, a pesar de que él trabaja en la UBPC (Unidad Básica de Producción Cooperativa) nombrada José Arcadio García, como ordeñador de vacas, entre las 3 y 4 de la madrugada.

El Jefe de Sector de nombre Pavel lo acusa de mantener una conducta antisocial y frecuentar lugares como Coco Ramal, cerca de la vaquería donde trabaja y el Palmar de Calabazar, que es por donde vive, que tiene un río detrás donde Yandy baña su caballo.

Según este oficial de la Policía Nacional Revolucionaria que ocupa el cargo de Jefe de Sector en Calabazar, dijo que lo tenía que meter preso para poder dormir en paz.

La tía Elvira, se personó en la Delegación del Ministerio del Interior y le explicaron que no podían hacer nada, que ya el caso estaba en Fiscalía. Ella alega que ha presentado cartas del Centro de trabajo de su sobrino y que pueden contar con 17 testigos del CDR que dicen que él si trabaja.

No obstante el pasado 5 de agosto le celebraron juicio y lo sancionaron a ir del trabajo para su casa durante un año.

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