Brown renunció tres días después que se le quitó la dirección, en el lugar de los hechos, de las labores de ayudar a los damnificados del huracán Katrina.
“La atención tiene que fijarse en FEMA, en lo que su gente trata de llevar a cabo allí”, dijo Brown a The Associated Press (AP)
Brown fue muy criticado por sectores que calificaron de “débil o deficiente” la reacción de FEMA al desastre del huracán.
La semana pasada se le pidió que regresara a Washington y se le reemplazó el viernes en la dirección “in situ” de la operación federal de ayuda y rescate en la región afectada.
La renuncia no sorprendió a nadie.
“Estoy entregando mi renuncia hoy”, dijo Brown. “Creo que renunciar está en el mejor interés de la agencia y el Presidente y hará que la prensa se dedique a informar sobre lo bueno que allí se realiza, en lugar de enfocarse en mí”.
Mientras tanto, en Nueva Orleans el presidente Bush negaba el lunes que “el componente racista” hubiera tenido que ver con que se hubiera desatendido a personas después del huracán. Algunos críticos decían que la prestación de ayuda habría sido más rápida si muchas de las víctimas no hubieran sido pobres y de la raza negra.