Enfrentado a la peor crísis en sus dos años y medio en el poder, Lula aceptó la dimisión del poderoso ex jefe de gabinete y dijo que la salida de Dirceu demuestra su desinterés por continuar en el gobierno.
Dirceu, uno de los principales mencionados en las denuncias de un legislador aliado del gobierno, que dijo que el Partido de los Trabajadores de Lula pagó mesadas a legisladores por su apoyo al gobierno, reasumirá su mandato de diputado.
Dirceu aseguró que desde la Cámara de Diputados esclarecerá al país y a la opinión pública, los temas que están en debate, añadiendo que no tiene ningún motivo para avergonzarse de nada de lo que hizo, enfatizando que tiene las manos limpias.
Dirceu, renunció dos días después de que el diputado Roberto Jefferson dijo que la crisis en torno a la corrupción podría perjudicar al presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Jefferson, un aliado político de Lula, ha denunciado en días recientes varios escándalos de soborno entre el partido gobernante y parlamentarios que respaldan al presidente.
También ha dicho que Dirceu, como jefe de gabinete, sabía de la existencia de los pagos, pero no hizo nada por impedirlos y evitó informar a Lula sobre el asunto.
Jefferson comenzó a dar detalles sobre la corrupción en el país cuando él fue vinculado a sobornos en el sistema nacional de correo.