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Reinaldo Bragado in memoriam


María Rivera, Luis de la Paz, Angel Cuadra y José A. Albertini.
María Rivera, Luis de la Paz, Angel Cuadra y José A. Albertini.

El encuentro fue en el West Dade Regional Library, en Westchester donde el PEN Club suele tener sus citas sabatinas. La viuda de Bragado, María Rivera, tuvo la gentileza de traer más de 70 libros que donó a los participantes del evento.

Las tardes de mayo, calurosas ya hasta borrar cualquier atisbo de primavera en Miami, se acaloraron más el pasado sábado con el encuentro al que convocara el PEN Club de Escritores Cubanos en el Exilio para recordar, en el décimo aniversario de su muerte, al poeta y activista político Reinaldo Bragado. Y se acaloraron tantísimo porque, en aquel lugar, la admiración y el agradecimiento por la obra literaria y política de Bragado hicieron subir la temperatura, sobre todo por la nostalgia ante una partida a destiempo.

El encuentro fue en el West Dade Regional Library, en el criollo barrio de Westchester donde el PEN Club suele tener sus citas sabatinas. La viuda de Bragado, María Rivera, tuvo la gentileza de traer más de 70 libros que donó a los participantes del evento, muestra de la biblioteca de casi mil ejemplares que dejara su esposo antes de morir repentinamente en el año 2005, en Miami.

En el acto, el presidente del PEN Club, el escritor Ángel Cuadra, comenzó relatando la gran influencia que tuviera Reinaldo Bragado, aun viviendo en Cuba, para que se fundara esta organización representando a los escritores del exilio. Esta historia de Cuadra bien valdría otra tarde de reunión (¡y hasta un libro!), recordando los detalles de tan importante suceso, pero sobre todo nos reveló rotundamente el compromiso político con la lucha por los derechos humanos que con tanta responsabilidad viviera Bragado.

Seguidamente, María Rivera compartió con nosotros el proyecto que tiene de donar los casi 700 libros que todavía le quedan de la biblioteca de su esposo, haciendo énfasis en que quisiera legarlos preferiblemente a amigos y a quienes aprecien y respeten la literatura, como siempre lo hizo su compañero de vida. También María reveló que al menos existen cinco obras inéditas de Reinaldo Bragado –escritor prolífico– que quisiera publicar con la cooperación, sobre todo, de las editoriales de la comunidad. Nos hacemos eco de su llamado. Una de estas novelas, en cualquier caso, saldrá a la luz a finales del año en curso.

Visiblemente emocionada, María Rivera agradeció a los amigos de su esposo por el apoyo y el cariño que le siguen profesando no solo a ella, sino a la memoria y la difusión de la literatura y el pensamiento de Reinaldo Bragado.

El homenaje continuó con un texto hermosísimo del escritor Luis de la Paz, “Bragado en la memoria”, en el cual narró detalles del amplio hacer literario de Reinaldo, así como de su activismo por los derechos humanos.

El escritor Manuel C. Díaz cerró el evento leyendo dos reseñas que hiciera a dos de los últimos libros que escribiera Reinaldo Bragado. Cedilla, sin embargo, especialmente se regodeó en recordar al Bragado amigo, al alentador de talentos, al hombre lleno de proyectos que siempre, y desde la mayor humildad, brindara un espacio a los nuevos escritores.

Desde el público fluyeron también anécdotas que nos revelaron al Bragado ‘cuentero’, al guitarrista, al bohemio y amigo. Tanta literatura y compromiso con el respeto a los derechos humanos todavía quedan flotando en la memoria de quienes tuvieron el honor de conocerlo.

Este arículo fue publicado en Neo Club Press el 11 de mayo de 2015.

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    Mayret Padrón

    Mayret Padrón estudió Filología Hispana en Cuba. En 1997 salió al exilio y desde 1998 vive en Miami. En esta ciudad estudió Médico Asociado, P.A. por sus siglas en inglés, y practica la medicina como tal. En 2014 regresó a las letras, creando una agencia literaria y de promoción cultural, Tula Productions, la cual conduce junto al periodista y editor Rolando Aniceto.

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