El anciano Pontífice, de 84 años de edad y doblegado por la enfermedad de Parkinson, no pudo por primera vez en 26 años de pontificado pronunciar la bendición pascual “Urbi et Orbi”, uno de los momentos más solemnes e importantes para los cristianos.
Pese a que se esforzó en varias ocasiones en pronunciar la fórmula en latín en la ventana de su apartamento en el Vaticano, que da sobre la plaza de San Pedro, no pudo articular palabra alguna y se limitó a bendecir con la mano derecha.
La ceremonia, que fue trasmitida por 400 canales de televisión, entre ellos varios árabes y numerosos de América Latina, mostró al Santo Padre siguiendo desde su ventana abierta y pese al viento fresco el mensaje “Urbi et Orbi” leído por el cardenal Ángelo Sodano y escuchó a un diácono anunciar la bendición pontificia y conceder la indulgencia plena para todos los presentes y para los que seguían la ceremonia a través de la radio y la televisión la bendición del Papa con gran emoción miles de peregrinos