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RECIBE BUSH A SEIS PRESIDENTES COMPROMETIDOS CON CAFTA-RD


Bush agregó en su breve alocución que se sentía honrado por la presencia de “seis líderes realmente buenos, que han asumido posiciones firmes en pro de la democracia y que tienen profundo cariño por sus pueblos”.

“Estamos hoy aquí también”, añadió Bush, “porque el mejor modo de alcanzar la paz y la prosperidad para nuestro Hemisferio es fortaleciendo la democracia y continuando la transformación económica de América Central y República Dominicana. Todos nosotros pensamos que el Acuerdo de Libre Comercio con América Central y República Dominicana (CAFTA-RD) nos presenta una oportunidad histórica para impulsar nuestras metas comunes en una zona importante de nuestro vecindario”.

Por la frase “nuestro vecindario” el Presidente se refería a la relación de proximidad geográfica de América Latina con Estados Unidos. El acuerdo todavía tiene que ser ratificado por el Congreso de Estados Unidos.

Declaró Bush que una vez aprobado, “CAFTA traería beneficios para todos. A las nuevas democracias que están emergiendo en América Central, CAFTA-RD traería una nueva inversión que daría lugar a buenos empleos y estándares laborales más altos para sus obreros. Los consumidores centroamericanos tendrían mejor acceso a los productos de Estados Unidos y a mejores precios. Y aprobando este acuerdo enviaríamos la señal de que el país que es el líder comercial del mundo, está comprometido a tener una asociación más estrecha con países muy cercanos que comparten nuestro valores”.

Bush ha pedido al Congreso que ratifique CAFTA-RD y funcionarios de su gobierno han anunciado intensas gestiones legislativas para lograrlo. Las palabras del Primer Mandatario junto a los presidentes visitantes de los países que forman parte de él, parecieron un esfuerzo por promover el pacto comercial en el Capitolio de Washington.

“Para los agricultores, empresarios y obreros americanos”, manifestó Bush,” CAFTA-RD crearía un camino aún más llano. La mayoría de los productos de América Central ya entran en Estados Unidos sin pagar aranceles, pero nuestros productos todavía encuentran sustanciales tarifas allí. Aprobando CAFTA-RD abriríamos un mercado de 44 millones de consumidores que ya importan más de nuestros productos y servicios que Australia o Brasil. Y crearíamos incentivos para que fábricas se queden en América Central y usen materiales americanos en vez de mudarse para Asia, donde sería más probable que usaran materiales asiáticos”, añadió el Presidente.

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