“Castro no tiene autoridad moral, ni democrática, ni política, para criticar al Presidente de la República ni a los mexicanos. Creo que el hombre (Castro) ya está senil”, declaró el senador Demetrio Sodi, miembro de la agrupación izquierdista Partido de la Revolución Democrática.
Otros senadores mexicanos también condenaron a Castro por haber dicho que Fox debe jubilarse anticipadamente para solucionar la crisis del desafuero que el Congreso impuso al alcalde izquierdista de Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador.
El Presidente del Senado, Diego Fernández, del Partido Acción Nacional (PAN), de gobierno, dijo que el país no puede admitir lo que Castro dijo y calificó de intervencionista las palabras del dictador cubano.
“Se puede entender que Castro esté disgustado por el voto reciente de México (en la Comisión de Naciones Unidas para los Derechos Humanos) pero no podemos aceptar que se interfiera de esa manera” en los asuntos internos mexicanos, dijo Fernández.
Reacción parecida tuvo el senador Enrique Jackson, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que estuvo en el gobierno antes de PAN.
“... (el desafuero del Alcalde) es un asunto nuestro interno. Por eso me parece una intromisión muy desafortunada y muy inoportuna” la declaración de Castro, dijo Jackson.
“El gobierno de México lamenta las expresiones provenientes de La Habana el día de ayer, considerando que no corresponden con el trabajo que hemos realizado ambos países en los últimos meses a favor de un fortalecimiento de la relación bilateral”, dijo el Secretario de Relaciones Exteriores mexicano Luis Ernesto Derbez, que agregó que México usará los canales diplomáticos para responder al gobierno comunista de Cuba.