Los delegados de los 25 países subrayan en la propuesta que “el principal objetivo de la Unión Europea es la liberación de todos los presos políticos, empezando por los 75” encarcelados en el 2003, y que la otra meta es “la reapertura de las relaciones diplomáticas” que el gobierno de Cuba congeló el año pasado después que la UE le impuso sanciones por el encarcelamiento de los 75 disidentes. En represalia, el gobierno de la isla dejó de recibir a diplomáticos europeos.
La propuesta recomienda intensificar las relaciones con la disidencia cubana y modificar el formato de las invitaciones que se le hacen a las fiestas de las embajadas europeas en La Habana.
Se recomienda también “intensificar los contactos con los disidentes y la sociedad civil”, pero tomando una medida temporal “hasta junio del 2005 para que las fiestas en las embajadas europeas sean más modestas y que no se invite a ellas a los disidentes ni a las autoridades cubanas”.
Los expertos europeos manifestaron que esta medida es para “restablecer la confianza” con el gobierno cubano, pero la presidencia de la UE no aclaró en qué forma se pretende intensificar las relaciones con la disidencia.
Un portavoz dijo que “hay que ver con ellos qué necesitan” y que en la Unión Europea “hay muchas posiciones muy distintas” sobre la manera de restablecer las relaciones con el gobierno de Cuba.