“Iraq es un frente crucial en la guerra al terrorismo y la victoria allí es esencial para la seguridad futura de Estados Unidos y otras naciones libres”, dijo el Vicepresidente el jueves pasado en la Septuagésima Tercera Convención Nacional de la Orden Militar Corazón Púrpura que se celebró en Sprinfield, Misuri.
El Corazón Púrpura es una medalla que se concede a los militares que son heridos o muertos en combate.
“Nuestra misión en Iraq es clara. En el lado militar perseguimos a los terroristas y entrenamos a las fueras de seguridad iraquíes para que puedan hacerse cargo de la responsabilidad de defender a su país”, dijo Cheney.
El Vicepresidente dijo también que en el orden político, Estados Unidos y sus aliados ayudan a los iraquíes “a construir una nación enérgica, pacífica e independiente que pueda ser una aliada en la guerra contra el terrorismo”.
Cheney agregó que Estados Unidos reconoce la dificultad de combatir a enemigos que no aceptan las leyes de la guerra ni las normas morales.
“Estos enemigos nos odian. Odian a nuestro país y odian las libertades que nosotros valoramos. Creen que los americanos perderemos el ánimo y bajaremos la guardia. Están profundamente equivocados”, añadió Cheney.
“Todo hombre y mujer que luchan y se sacrifican en esta guerra sirven una causa justa y noble”, subrayó el Vicepresidente.