La organización recordó que el 18 de marzo del 2003, las autoridades cubanas reprimieron masivamente a disidentes, periodistas, sindicalistas, bibliotecarios, médicos y maestros, y condenaron a 75 de ellos a penas desde 6 a 28 años, en procedimientos judiciales que violaron las normas internacionales de justicia.
Human Rights Watch también criticó el fusilamiento de tres jóvenes negros que intentaron abandonar la isla y la decisión de no informar a sus familiares antes de la ejecución, en abril del año pasado.
La entidad expresó preocupación por los presos políticos Marta Beatriz Roque y Oscar Espinosa Chepe, porque no tienen asistencia médica adecuada, y recalcó que las víctimas de la represión en Cuba fueron encarceladas por ejercer sus derechos de libre expresión y de asociación.