Nueva Orleans, una ciudad costera bajo el nivel del mar junto a la desembocadura del río Misisipí, escapó de lo peor de Iván porque el pavoroso huracán permaneció en el este y en vez de penetrar por el Estado de Luisiana, como se temía que podría suceder, lo hizo por el vecino Estado de Alabama, bien al este de Nueva Orleans.
Nueva Orleans tiene un millón y medio de habitantes y fue objeto de una evacuación casi total. Solamente permanecieron en ella unas cien mil personas que no pudieron marcharse por distintos motivos (ancianos, personas sin medios de transporte, enfermos, etc.) y fueron alojados en refugios que las autoridades prepararon apresuradamente "como último recurso" cuando parecía que el centro del huracán se les venía encima.
El ojo de Iván entró en tierra alrededor de las dos de la madrugada del jueves, cerca de Gulf Shores, Estado de Alabama, al este de Nueva Orleans y al oeste del extremo occidental de Florida, dijo el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos. En ese momento sus vientos tenían vel;ocidad aproximada de 120 millas por hora (192 kph), según informes recibidos.
El huracán, que en un momento de su larga y tortuosa trayectoria por el Mar Caribe llegó a ser clasificado como de Categoría 5, la máxima en la escala Saffir-Simpson, tenía Categoría 3 al desembarcar en Alabama. Su dimensión seguía siendo enorme: cubría un territorio tan vasto como el del gran Estado de Texas. El vendabal azotó a los estados de Luisiana, Alabama, Misipí y el noroeste de la Florida. Es un tramo de costa de más de 300 millas (480 kilómetros). Potentes tornados desprendidos de Iván causaron la muerte de ocho personas en Florida, dijeron las autoridades, y averiaron o destruyeron unos 70 edificios, entre ellos una estación de bomberos, dijo la policía.
Ya bien entrada a la mañana del jueves, muchos miles de personas continuaban en los refugios y cientos de miles no tenían electricidad en la enorme región afectada.