Al-Kurdi fue médico personal de Arafat durante 20 años y lo examinó hace dos semanas cuando el líder palestino se hallaba gravemente enfermo en sus oficinas de Ramalá, Cisjordania.
“Una de las causas de la falta de plaquetas en la sangre es el envenenamiento”, dijo el neurógo a la AP. Arafat murió el jueves pasado en París a donde fue trasladado el 29 de octubre para ser sometido a tratamiento de emergencia después que al analizarse su sangre en Cisjordania se descubrió que tenía muy pocas plaquetas.
En el hospital militar Percy, situado en un suburbio de París, se informó que se le había dado allí una transfusión de plaquetas, que son un factor en la coagulación de la sangre.
Aunque “esto no es definitivo”, dijo Al-Kurdi a The Associated Press el viernes, “creo que la principal razón de la muerte de Arafat es envenenamiento”.
Ni los médicos ni los dirigentes palestinos han dicho cual fue la causa de la muerte de Arafat al cabo de permanecer muchos días en estado comatoso en el Hospital Percy de París.
Sin embargo, aunque el envenenamiento puede reducir la cantidad de plaquetas en la sangre, hay una variedad de enfermedades que causan el mismo efecto, desde una infección en la médula espinal hasta cáncer y diferentes tipos de infecciones.
Al-Kurdi dijo a The Associated Press que la decisión de sepultar rápidamente a Arafat fue “apresurada” y expresó preocupación por la falta de un diagnóstico y porque no se le practicó la autopsia al cadáver como lo pide la ley cuando una muerte es “misteriosa”. Dijo también que otros médicos han planteado la posibilidad de un envenenamiento y que “hay interrogantes” sobre si Israel u otros podrían ser responsabilizados.
El Ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Sylvan Shalom, dijo el jueves que las acusaciones de que Israel había asesinado a Arafat eran “escandalosas y falsas”.
“Parece que alguien intenta ocultar la verdad”, dijo el neurólogo el viernes. Cuando el periodista de AP preguntó si también podría existir una participación de los palestinos en la muerte de Arafat, Al-Kurdi respondió: “Podría ser cualquiera. Todo es posible”.