Los problemas comenzaron cuando tres policías del Estado de México intentaron capturar a cuatro personas, uno de ellos un juez de paz.
Varios habitantes del poblado, que aseguraron que las autoridades no tenían órdenes de arresto, atacaron con piedras a los policías.
Al responder a una llamada de emergencia de sus colegas, más de 150 agentes cubrieron el área y rescataron a los policías, que sufrieron heridas leves, informó José Ángel González, portavoz del gobierno de la localidad, ubicada al norte de la capital mexicana.